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Sadrac, Mesac y Abed-nego

MP3: Sadrac, Mesac y Abed-nego (Spanish)
MP3: Shadrach, Meshach, and Abednego (English)

Un día, el rey Nabucodonosor levantó una gran estatua de oro. Al sonido de cierta música, todo el mundo debía inclinarse a adorar la estatua. Pero, como Sadrac, Mesac y Abed-nego amaban y adoraban a Dios, no podían amar y adorar la estatua.

El rey Nabucodonosor se enfadó mucho con ellos y decretó que debían morir. ¡Los tres valientes muchachos fueron atados y arrojados a un enorme horno de fuego ardiente! Cuando el rey miró el horno, los vio caminando dentro con un hombre resplandeciente que parecía el Hijo de Dios. Los llamó, y Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron como si nada. ¡No tenían ni una sola quemadura!

Nabucodonosor comprendió que Dios era capaz de socorrer a Sus hijos aún en medio de un tremendo fuego. Entonces, ordenó a todos que adoraran al Dios vivo de Sadrac, Mesac y Abed-nego, y no una rígida estatua de oro.

*

¿Te gustaría escuchar, de la Biblia, otro relato?
Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo una estatua de oro.
Mandó que ante la estatua se postraran todos,
pero tres valientes jóvenes se negaron, pues Dios dijo: ¡no!

Estribillo:
Tres amigos, a nada tenían miedo:
Sadrac, Mesac y Abed-nego.
“No adoramos al ídolo”, dijeron,
Sadrac, Mesac y Abed-nego.

Verso 1:
Nabucodonosor al fuego los echó.
“Estos hebreos morirán”, pensó.
Mas Dios los protegió hasta en el fuego,
a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

[Se repite el estribillo]

Verso 2:
En el horno hacía un calor atroz,
pero rezaron y Dios los salvó.
Ni siquiera los tocó el fuego,
a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

…Ni siquiera los tocó el fuego,
a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

Del álbum Grandes Aventuras 2. Letra: Hugh Mitchell y Cathy Gehr. Música: Hugh Mitchell. Intérpretes: Cathy Gehr y Peter Gehr. Producción: Peter Gehr.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.

El valiente Daniel

MP3: El valiente Daniel (Spanish)
MP3: Brave Daniel (English)

Al cabo de muchos años, vivieron en Israel cuatro jóvenes cuyos nombres eran: Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego. Un día el rey Nabucodonosor de Babilonia y su ejército invadieron Israel y capturaron a mucha gente, entre ella a Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego; se los llevaron a todos a Babilonia.

Como eran jóvenes muy buenos, el rey decidió dejarlos trabajar dentro de su palacio. Una noche el rey tuvo un asombroso sueño, ¡pero lo olvidó! Pidió a sus sabios que adivinaran lo que había soñado, pero no pudieron. Daniel, en cambio, rezó y Dios le reveló el sueño que luego explicó al rey. El rey complacido nombró a Daniel su principal asesor.

Años después, unos hombres malos se llenaron de celos e hicieron arrojar a Daniel al foso de unos leones muy peligrosos y hambrientos. Pero, Dios envió un ángel que protegiera a Daniel y cerrara la boca de los leones para que no pudieran morderlo ni hacerle daño.

*

Estribillo:
Hombre valiente fue el gran Daniel.
Daniel fue valiente; Dios cuidó de él.

Verso 1:
Daniel rezó y ni siquiera temió lo que ordenó el rey.
Al Señor suplicó en oración: “¡Su sueño revélame!”
De inmediato fue ante el rey
y dijo con valor:
“Tu sueño y qué significa ya sé.
¡Dios me lo reveló!”

Repítase el estribillo

Verso 2
Daniel rezó y no lo hicieron temblar
las fauces del león.
En la fosa oró sin cesar y Dios lo protegió.

De madrugada al salir el sol,
llamó el rey: “Daniel, ¿estás ahí?”
Respondió a toda voz Daniel:
“¡Dios me guardó aquí!”

Repítase el estribillo dos veces

Daniel fue valiente… ¡valiente!

Tomado del álbum Grandes aventuras 2. Música y letra: Anónimo; co-autor: Cathy Gehr. Cantantes: A.R., Sam Halbert y Jeremy Spencer. Producción: Allan Pratt.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.

David, ¿qué harás con tus piedritas?

MP3: David, ¿qué harás con tus piedritas? (Spanish)
MP3: David, What Will You Do with Your Pebbles? (English)

Los filisteos eran enemigos de Israel, y uno de ellos, Goliat, era un gigante. El rey de Israel, que se llamaba Saúl, y todo su ejército tenían tanto miedo que salieron despavoridos cuando vieron venir al gigante Goliat. Medía tres metros y medio, y llevaba una espada y un escudo enormes y una lanza muy larga.

Asustó a todo el ejército de Israel durante cuarenta días. David era el único que no le tenía miedo. Pero, resulta que David era un chiquillo, no un soldado. ¿Qué podía hacer?

Dios le dijo: “David, ve al río y escoge cinco piedras lisas, y prepara tu honda.”

*

Estrofa:
Un simple muchachito que se llamaba David.
Un simple pastorcito cuidaba su redil.
De un arroyito cinco piedritas tomó.
Un simple muchachito armado de valor.

Y una pequeña piedra en su honda colocó.
Una pequeña piedra, y la honda giró y giró.

Estribillo:
¡Giró y giró, y giró y giró, y giró y giró, y giró!
Aquella piedrita echo a volar…
y el gigante se desplomó.

(Se repiten las primeras estrofas)

¡Giró y giró, giró y giró, y giró y giró y giró!
Aquella piedrita echó a volar [¡echó a volar…!]
y el gigante se desplomó. [Bis]

David era un muchachito…

Tomado del álbum Grandes aventuras 2. Música y letra: Peter Gehr. Voz: Andy P., Peter Gehr, y Gabe M. Producción: Peter Gehr.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.

Niño en una cesta

MP3: Niño en una cesta (Spanish)
MP3: Baby in a Basket (English)

Israel y sus hijos se fueron a vivir a Egipto porque hubo una gran hambre en la región donde vivían. El rey de Egipto los dejó establecerse en un hermoso lugar y los hijos, nietos, biznietos y tataranietos de Israel se multiplicaban de tal forma que, al cabo de cientos de años, llegaron a ser millones.

Se levantó entonces un nuevo dirigente de Egipto, un hombre muy malvado, que esclavizó al pueblo de Israel, los hebreos como los llamaban. Era muy cruel y los hacía trabajar durísimo. Un día, ese rey despiadado ordenó que el pueblo de Israel arrojara sus niños recién nacidos al río para que se ahogaran. Las madres escondieron entonces a los chiquitines. A una mamá llamada Jocabed se le ocurrió una forma muy ingeniosa de salvar a su hijo. Lo metió en el río, pero el bebé ni siquiera se mojó.

*

Estribillo
Niño en una cesta.
Yo veo un niño en una cesta.

[Repetir 3 veces más el estribillo]

Estrofa 1
Jocabed en una cesta puso a su tierno hijito.
Jocabed en una cesta puso a su tierno hijito.
Al niño escondió de aquel malvado faraón.
Jocabed en una cesta puso a su tierno hijito.

[Repetir estribillo]

Estrofa 2
Miriam llevó a su hermanito hacia el río.
Miriam llevó a su hermanito hacia el río.
La cesta no se hundió y el bebé así flotó.

[Repetir estribillo]

Estrofa 3
Al niño de la cesta lo descubrió una princesa.
Al niño de la cesta lo descubrió una princesa.
Lo recibió en su hogar y dijo aquí lo he de criar.
Al niño de la cesta lo descubrió una princesa.

Moisés le puso.
Moisés por nombre.
El niño de la cesta.
Moisés su nombre.
Moisés su nombre.
El niño de la cesta.

Tomado del álbum Grandes Aventuras 1. Música y letra: Cathy Gehr. Voz: Quiti de la Puente.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.

Canten y brillen

PDF: Canten y brillen (Spanish)
MP3: Noah, Noah (English)

Dios nos ama mucho. Quiere que aprendamos a ser cariñosos y buenos unos con otros. Es triste, pero muchos años después de haber hecho a la gente Dios se dio cuenta de que esta era muy cruel y muy mala. Entonces encontró a un hombre que intentaba hacer el bien y obedecer a Dios; se llamaba Noé.

Noé amaba la bella tierra, los animales y todas las maravillas que Dios había creado, pero sobre todo amaba a Dios. Así que Dios dijo a Noé: «Quiero que construyas un barco bien grande en el que quepan tú y tu familia y un montón de animales. Voy a cubrir de agua toda la tierra y a arrasar con todo lo malo.»

Noé y su familia obedecieron, pues, a Dios y se pusieron a fabricar una enorme barca que luego se llamó el Arca. Al mismo tiempo, empezaron a almacenar alimentos. Noé tardó 120 años en construir el Arca, y aunque mucha de la gente mala se burló de él, Noé no paró, siguió obedeciendo a Dios. Un buen día el Arca quedó terminada y Noé, su familia y todos los animales se embarcaron en ella; en ese momento Dios cerró la puerta y ellos no hicieron más que esperar. De pronto, se oyeron caer las primeras gotas de lluvia. Llovió tanto que el barco de Noé empezó a flotar y el mundo entero se inundó, hasta las cimas de las montañas se cubrieron. Pero Noé y todos los que estaban con él en el Arca navegaron a salvo porque habían obedecido a Dios.

*

Estribillo 1
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Todos juntos, démosle a Dios la gloria,
niños del Señor.

Estrofa 1
Dios le pidió a Noé que un arca hiciera.
Dios le pidió a Noé que un arca hiciera.
Y le dijo: «Hazla de madera»,
niños del Señor.

Estrofa 2
Los animales de dos en dos entraron.
Los animales de dos en dos entraron.
Elefantes, monos y canarios,
niños del Señor.

Estribillo
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Todos juntos, démosle a Dios la gloria,
niños del Señor.

Estrofa 3
Luego, llovió sin parar por cuarenta días.
Luego, llovió sin parar por cuarenta días.
Los animales hicieron monerías,
niños del Señor.
Por fin salió el sol y secó todas las cosas.
Por fin salió el sol y secó todas las cosas.
Todo estuvo color de rosa, rosa,
niños del Señor.

Estribillo
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Todos juntos, démosle a Dios la gloria,
niños del Señor.
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Canten y brillen y denle a Dios la gloria.
Todos juntos, démosle a Dios la gloria,
niños del Señor, niños del Señor.

Tomado del álbum Grandes Aventuras 1. Música y letra: Peter Gehr.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.

Gedeón tenía al Señor

MP3: Gedeón tenía al Señor (Spanish)
MP3: Gideon Was Brave (English)

Pasados muchos, muchos años, cuando el pueblo de Israel ya había ocupado la Tierra Prometida, un ejército de miles de ladrones y de hombres crueles, llamados madianitas, vino a llevarse todo lo que tenían los hebreos, por eso la gente andaba muy temerosa y se escondía. Muchos tuvieron que vivir en cuevas y esconder su comida y sus cosechas bajo la tierra. Todos rezaron para que Dios los ayudara. Dios escuchó sus oraciones y envió un ángel a un joven llamado Gedeón que se encontraba labrando su campo. El ángel fue y se sentó cerca de él a la sombra de un roble.

—Dios quiere ayudarte a espantar a esos ladrones —dijo el ángel a Gedeón.

—¿A mí? ¿Cómo puede ser? —Preguntó Gedeón—. Si somos muy pobres y yo soy el más débil de mi familia.

—Eso no tiene nada que ver —dijo el ángel—. Tienes al Señor. Con eso te basta y te sobra para derrotar a este ejército de miles y miles de enemigos.

Al poco tiempo, gran cantidad de hombres fueron a ayudar a Gedeón a pelear contra los ladrones. Pero el Señor dijo:

—No necesitas tantos hombres. Quédate con unos pocos que yo te ayudaré.

Y así fue:

*

Muchísimos soldados los hombres de Madián,
Gedeón tenía un puñado, pero Dios le dio un plan.

Estribillo:
Gedeón tenía al Señor, él tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues tenía al Señor.
Gedeón tenía al Señor, él tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues tenía al Señor.

Si quieres tú también puedes vencer como Gedeón,
confía en Dios y cómo él tendrás buen galardón.

Estribillo:
Gedeón tenía al Señor, él tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues tenía al Señor.
Gedeón tenía al Señor, él tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues tenía al Señor.
Gedeón tenía al Señor, él tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues tenía al Señor.
Venció a los madianitas pues Gedeón tenía al Señor.

Tomado del álbum Grandes Aventuras 1. Música y letra: Cathy Gehr.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.
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