Nota para el padre o profesor: Este plan de clase de 30 a 45 minutos de duración completa el post «Las parábolas de Jesús: La mujer persistente». Tiene como objetivos «estudiar más parábolas de Jesús y su significado» (Fe y vida cristiana: Fundamentos de la Biblia y el cristianismo: Jesús, el Hijo de Dios-2b); y «aprender a presentarle al Señor en oración las necesidades concretas que uno tenga y también las de los demás, invocando promesas de Dios y con la confianza de que Él actuará» (Fe y vida cristiana: Nuestra relación con Jesús: Oración-2f).
Leer «Las parábolas de Jesús: La mujer persistente». (También puedes leer esta parábola en Lucas 18:1-8.)
Comentar algunas respuestas a la oración que últimamente hayan recibido los niños o ustedes como familia. A continuación, comenten sobre alguna plegaria que aún no ha recibido respuesta.
Leer «¿Estás seguro de que Dios responde las oraciones?»
Hablar de que Jesús escucha y responde las oraciones. A veces, la respuesta llega rápidamente, pero con frecuencia nos toca esperar, y mientras lo hacemos, podemos seguir pidiendo. Al contrario de la mujer que pedía repetidamente ayuda al juez injusto, nosotros no tenemos que pedir reiteradamente algo a Jesús hasta que se canse de nuestras peticiones y nos las dé. Más bien, cada vez que oramos, aunque repitamos la misma petición, el hecho de orar nos acerca más a Jesús. Eso también alienta nuestra fe de que la respuesta está en camino porque hemos hecho nuestra parte pidiendo.
Leer Reflexión del día: Echa tu ansiedad sobre Jesús.
Escuchar o leer «Aventura bíblica: Samuel, el niño que vino del cielo». Fíjense que es una creencia generalizada que ser destetado en aquellos días no significaba que Samuel tuviera edad de dejar de amamantar, sino que Samuel era lo bastante mayor cómo para no necesitar los cuidados y enseñanzas de su madre, lo que podría ocurrir cuando tenía doce años.
Comentar lo que significó para Ana desear tener hijos pero tener que esperar muchos años antes de tener a su primogénito. Luego, comenten cómo Dios respondió su plegaria en el momento oportuno, dentro de Su plan, para que naciera Samuel, su primogénito.
No sabemos por qué Dios se demoró tanto en responder su oración, pero lo hizo. Quizás Eli no habría estado listo para entrenar a Samuel, de doce años, si hubiera nacido unos años antes. O tal vez, Ana estaba aprendiendo algunos principios espirituales importantes que le servirían para educar a su hijo Samuel, y que estuviera listo para que Eli lo formara.
A medida que leemos el relato, vemos que Samuel disfrutaba de una íntima relación con el Señor y anhelaba obedecerle. (Leer 1 Samuel 3.)
Leer Reflexión del día: Un estilo de vida.
Repasar «Divertidísimas tarjetas de memorización: La oración» y «Divertidísimas tarjetas de memorización: El poder de la oración, 2ª parte». Puedes imprimirlas para que los niños las coloreen y las tengan para recordar dichas promesas.
Finalizar con la nota positiva de «Reflexión del día: A Jesús le importa» mientras recuerdan la reflexión de «Reflexión del día: La oración es el ratón...»
Material suplementario:
Recopilado por el equipo de Rincón de las maravillas.
© La Familia Internacional, 2020