Rincón de las maravillas
En el camino de la vida
viernes, octubre 25, 2019

El camino de la vida conduce a través de muchas tierras y lugares. En algunos lugares la tierra es plana, y el camino es fácil de seguir porque es extenso y derecho. A veces puede parecer tan fácil que hasta puede resultar aburrido. En ese momento tienes que correr la carrera de la vida con perseverancia1, y seguir adelante por muy tedioso que parezca.

En otros momentos el sendero conduce a una montaña que de la nada pareciera haberse elevado para estorbar. Te fijas para ver si encuentras un desvío para evitarla, pero el sendero no se dirige por ahí. Más bien, el sendero te conduce a escalar la montaña, y te intimida ver lo que tienes por delante, y piensas: ¿Será que debo ir por ahí?

En esos momentos, cuando te topas con lo que parecen ser encuentros desalentadores en tu vida, es posible que te sientas tentado a preguntarte si estás en el camino correcto. Siempre puedes contar con la presencia de Jesús, sin importar los retos que tienes por delante. Él va delante tuyo, te dice que puedes superar los obstáculos, que eres capaz de lograr tu objetivo, que solo tienes que dar un paso a la vez hasta llegar a la cima.

Cuando menos lo esperes, verás que llegaste a la cima de la montaña. Puedes ver el sendero por el que avanzaste y sentir satisfacción. ¡Lo lograste!

El camino de la vida por momentos es fácil entre un obstáculo y otro; incluso cuando afrontas dificultades y retos, no duran para siempre, hay momentos de calma cuando todo parece coser y cantar. Es como la parte más fácil de bajar por el sendero del otro lado de la montaña. Aunque sea fácil y estás yendo cuesta abajo no quiere decir que no estés progresando. Puede que estés yendo cuesta abajo pero no estás retrocediendo hacia abajo, estás avanzando hacia abajo. Es la parte del sendero que te lleva de un reto de montaña al siguiente.

Claro, hay épocas en las que parece que solo enfrentamos obstáculos, cuando parece que en cuanto llegas a la cima de una montaña te das cuenta de que es una colina que te lleva a una montaña más alta que debes escalar. No puedes descansar en el trayecto como cuando ibas por montañas más pequeñas. Pero como siempre, Jesús te acompaña. Él está a tu lado, te da la mano, e incluso te carga cuando estás demasiado cansado para seguir. Se asemeja a esos momentos en los que te sientes en paz porque dependes de Jesús y confías en que Él te ayudará a superar los contratiempos2.

Las montañas de la vida son como las dificultades que enfrentas cuando creces y maduras, cuando aprendes una nueva habilidad, superas hábitos nocivos o aprendes a adaptarte a nuevas circunstancias. Esos obstáculos requieren casi siempre tiempo y esfuerzo, pero cuando perseveras, los superas con éxito.

El sendero de la vida con sus cambios de dirección y sus altibajos nos ayudan a definir nuestra personalidad. Los desafíos que enfrentas forman tu carácter y te dan la oportunidad de acercarte a Jesús y ganar confianza en las habilidades y talentos que Él te ha dado. Y durante esos momentos difíciles y desesperantes que pasas en el camino, recuerda usar la lámpara de la Palabra de Dios para orientarte e iluminar tu camino.

A donde sea que te lleve el camino de la vida, Jesús estará a tu lado.


Notas a pie de página:

1 V. Hebreos 12:1.

2 V. Isaías 26:3.

Contribución de Shanna Landon, el autor original es desconocido. Ilustración: Philippe La Plume. Color y diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2019.
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Etiquetas: perseverancia