Rincón de las maravillas
Por la senda de la oración
viernes, febrero 22, 2019

La oración es un componente clave en nuestra relación con Dios. Es nuestro principal medio de comunicación con Él.

Tenemos una relación con Aquel que no solo nos creó, sino que además nos ama profundamente y desea participar en cada aspecto de nuestra vida.

La oración es nuestra vía primordial de comunicación con Dios. Por medio de ella lo invitamos a participar en nuestra vida cotidiana y le pedimos que intervenga directa e íntimamente en lo que consideramos importante. Cuando acudimos a Él en oración, le solicitamos que actúe en nuestra vida o en la de las personas por las que oramos.

Es preciso que cultivemos la oración, que le dediquemos tiempo y que la practiquemos como disciplina (actividad). Comunicarnos con Dios mediante la oración es una manera de acercarnos a Él, de estrechar nuestra relación, y de paso nos sirve para volvernos más como Él quiere que seamos, más como Jesús.

La oración no debe ser un monólogo en el que solo hablemos nosotros y esperemos que Dios se limite a escuchar. Cuando oremos también debemos estar dispuestos a escuchar lo que Dios nos quiera decir por medio de la Biblia, por medio de las enseñanzas de buenos maestros, haciendo silencio delante de Él y abriendo nuestro corazón para oír Su voz.

La oración es nuestra forma de comunicarnos con Dios, de acceder a Su presencia y permanecer en ella. Como hijos Suyos, podemos pedirle cualquier cosa y confiárselo todo. Sentimos Su amor por nosotros, Sus palabras tranquilizadoras, Su cariño. En esos ratos de comunicación aprendemos de Él, y con el tiempo vamos pareciéndonos más a Él. Si verdaderamente deseamos ser más como Jesús, debemos caminar con Él por la senda de la oración1.

«No tenía tiempo»
Me levanté temprano una mañana,
y corriendo empecé el día.
Había tanto que hacer
que tiempo para orar no tenía.

Los problemas se acumulaban.
Dije: «¿Por qué no me ayuda Dios
si cada vez se ponen peores?»
«No me lo pediste», Él respondió.

Quise presentarme ante Él;
probé toda llave en la puerta.
Él con ternura me dijo:
«¿Por qué no llamaste? Está abierta.»

Ansiaba alegría y cosas bellas,
mas el día era nublado y triste.
¿Por qué no veía nada claro?
Él dijo: «A Mí no acudiste».

Me levanté temprano esta mañana,
me detuve antes de empezar el día;
había tanto que hacer
que a dejar de orar no me atrevía2.


Notas a pie de página:

1 Peter Amsterdam. «Disciplinas espirituales: La oración.» Rincón de los directores. 4 de febrero de 2014, https://directors.tfionline.com/es/post/disciplinas-espirituales-la-oracion/.

2 Anónimo. The Difference.

Texto: Peter Amsterdam. Ilustración: Jeremy. Color y diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2019.
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Etiquetas: relación con el señor, oración