Existen muchas cosas que podrían robarte la alegría: estar aburrido con tus estudios, que te estresen tus responsabilidades, sentir temores, tener una actitud negativa en vez de positiva, o permitir que las circunstancias dictaminen tu felicidad.
No dejes que esas cosas alteren tu estado de ánimo. Tú puedes elegir aferrarte a tu gozo y no perderlo.
La alegría, la paz y la felicidad tienen que ser algo continuo, no algo a corto plazo. Tu gozo no tiene que depender de cómo se ven las cosas o lo que ocurre a tu alrededor.
Si aprendes a reconocer lo que te roba la alegría, y cómo proteger y defender tu gozo y felicidad —una perspectiva celestial y divina te ayudará a lograrlo—, entonces mantendrás el gozo. Las cosas que normalmente te roban la alegría no te afectarán tanto.
Versículos de la Biblia:
«Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en Tu presencia» (Salmo 16:11; NVI).
«Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua, de canciones jubilosas. Hasta los otros pueblos decían: “El Señor ha hecho grandes cosas por ellos”. Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría.» (Salmo 126:2-3; NVI.)
Texto: Nia Russell. Ilustración: Tana. Diseño: Stefan Merour.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2017