La Biblia dice:

El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en Él con todo mi corazón. Me da Su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias (Salmo 28:7; NTV).

Piensa:

La acción de gracias es nuestra forma de agradecer a Dios. Aprender a hacer que la gratitud forme parte de nuestra comunicación con Él nos sirve para fortalecer nuestra relación con el Señor.

Resulta fácil concentrarte en tus peticiones cuando te comunicas con el Señor: las cosas que necesitas, que comprenda las desilusiones que sientes o incluso simplemente comunicarte con Él sobre tus cosas cotidianas. Aprender a demostrar a Dios tu aprecio por medio de la alabanza y acción de gracias no solo te acerca más a Él, sino que también hace que te concentres en las numerosas bendiciones que llenan tu vida y te recuerda que Dios siempre está a tu lado. El Señor te ayuda, ¡y puedes confiar en Él pase lo que pase!

Dedica tiempo a reflexionar sobre lo que Dios hace por ti, todo lo que te demuestra mediante Su amor y cuidados, Sus bendiciones en tu vida, el valor que te inculca en momentos difíciles, la sabiduría que Él te ofrece y Su consuelo que te rodea. Al ver cómo el poder de Dios toca tu vida de tantas formas, descubrirás muchos motivos para alabar al Señor.