Emaús era una pequeña aldea situada a unos 11 kilómetros al oeste de Jerusalén.
Esta aldea aparece en la Biblia en relación con dos discípulos de Jesús que estaban muy desanimados tras escuchar sobre Su muerte y que Su cuerpo había desaparecido. Salieron de Jerusalén y se dirigían a Emaús.
Por el camino, se encontraron con un forastero que les explicó lo que las Escrituras decían sobre Jesús en los libros de Moisés y de los profetas. Cuando llegaron a Emaús ya anochecía, así que los discípulos invitaron al hombre a quedarse con ellos.
Cuando se sentaron a comer, el forastero tomó el pan, lo bendijo y lo partió. En ese momento, los discípulos se dieron cuenta que el hombre era Jesús, y regresaron de inmediato a contar la buena noticia a los demás discípulos1.
1 Lucas 24:13-35
(Ver instrucciones ilustradas.)
Texto, ilustración y diseño: Didier Martin.© Didier Martin, 2019. Utilizado con permiso.