Puedes ser amable durante todo el día. Es una forma de compartir algo de Mí y de Mi amor con los demás. De hecho, una vez les dije a Mis discípulos que la gente sabría quiénes son Mis seguidores por el amor que demuestran a los demás1.
1 «De este modo todos sabrán que son Mis discípulos, si se aman los unos a los otros» (Juan 13:35; NVI).
Mostrar Mi amor y desvelo a los demás no es difícil, pero sí hay que esforzarse. Incluye acordarte de recoger lo que desordenas después de jugar porque sabes que es una ayuda para tus padres; es hacer el esfuerzo para ser pulcro y ordenado en la mesa y comer todo lo que se te sirve porque los buenos modales demuestran respeto. Es ser minucioso con las tareas cuando te piden que hagas algo porque quieres escuchar y ayudar.
Puedes dar un buen ejemplo de Mi amor a los demás de muchas maneras, y al hacerlo, te vuelves una persona cariñosa y servicial. El primer paso principal, es pensar en los demás primero. Cuando juegas con un amigo, juega con consideración, y piensa en lo que le gustaría a tu amigo. Cuando hablas con alguien, primero piensa lo que dirás para que tus palabras sean amables y útiles.
Tu amabilidad iluminará la vida de los demás al brindarles alegría y felicidad. ¡Inténtalo! Sonríele a alguien y verás que la persona te devuelve la sonrisa. Di palabras amables y consideradas y los demás te responderán amablemente.
A través de tus acciones y palabras, te vuelves un mensajero de Mi amor para los que te rodean. Así que sigue irradiando luz en el transcurso del día.
Texto: Lyra Anouk. Ilustración: Agnes Lemaire. Color: Doug Calder. Diseño: Roy Evans.Ilustración copyright © Aurora Production, 2004.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.