Nota al padre o profesor: Este plan de clase de 40 minutos de duración tiene como objetivo: «Ser capaz de describir los beneficios del perdón, tanto para el que perdona como para el perdonado, y entender que la persona que perdona es la que sale más beneficiada; conocer los efectos perjudiciales para uno mismo de no practicar el perdón, y entender la importancia de cultivarlo para superar el resentimiento y el rencor». (Desarrollo personal: Habilidades sociales: El perdón-2a)
Ver la canción de Matthew West: Forgiveness.
Preguntar a los niños cuán difícil les resulta perdonar a alguien, y si les cuesta más perdonar a unas personas que a otras. Comentar sobre cuál podría ser la razón.
Si tu niño ha tenido alguna experiencia recientemente sobre perdonar, quizás podrían aprovechar este momento para hablar sobre la situación y comprender cómo se siente tu niño sobre olvidar y perdonar a quien le ofendió. ¿Está preparado para hacerlo? Si no es así, ¿qué cree que le falta?
Leer ¿Para qué perdonar?
Repasar los tres puntos principales de Why Forgive y preguntar a los niños cómo pueden aplicar uno o cada uno de dichos puntos a alguna situación actual que estén viviendo y en la que necesiten perdonar a alguien que les haya ofendido. Los tres puntos son:
Quizás no tengan un ejemplo de una situación actual que haya cambiado su vida para bien, pero podrían imaginar cómo podría ser. O juntos pueden recordar algún momento en que perdonar mejoró la vida de alguien; ya sea la tu hijo, la tuya, o la de la persona que necesitaba que la perdonaran.
Preguntar al niño, ¿qué pasaría si se intercambiaran los papeles? ¿Cómo sería si tu hijo necesitara que lo perdonaran? ¿Qué pasaría si hubiera pedido perdón, pero la persona a quien ofendió no quisiera perdonarlo?
Leer Las disculpas
Comentar con tu hijo cómo se sintió al pedir disculpas. O si, después de leer esto, aún no se ha disculpado, ¿cómo cree que sería la mejor forma de hacerlo? El relato cubre tres ingredientes principales (página 4):
A ver si tu hijo puede recordar qué significa cada uno de ellos, y si no, lee de nuevo la primera parte de la página cuatro. Repasa otra vez los ingredientes principales y ver cómo pueden ser parte de la disculpa necesaria, o si es preciso remediarlo, ideen juntos cómo hacerlo.
Recordar al niño que incluso si la persona a la que ha ofendido no lo perdona enseguida, si su actitud es correcta, puede contar con el perdón del Señor, porque Dios siempre perdona.
Repasar «Divertidísimas tarjetas de memorización: El perdón».
Material adicional:
Contribución del equipo de Rincón de las maravillas.
© La Familia Internacional, 2019