Rincón de las maravillas
Plan de clase nivel 2: Dominio de las emociones: Compararse
viernes, agosto 12, 2011

Nota al padre o docente: El presente es un plan de clase de 20 minutos con el tema de compararse. Se destaca el siguiente objetivo de aprendizaje: Reconocer los pensamientos que tienen su raíz en la envidia, la codicia, la avaricia y la insatisfacción, y los efectos negativos que esos pensamientos tienen en nuestra felicidad; aprender los pasos que deben darse para volver a estar satisfechos. (Desarrollo personal: Valores y virtudes: Satisfacción-2e)

El grupo etario al que está dirigida la clase es de 8 a 12 años. Sin embargo, se puede adaptar, simplificar o ampliar el plan de la clase para que se ajuste mejor al nivel de comprensión del niño.

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Lean «Compararse».

Comenten juntos que compararse con alguien puede conducir a emociones negativas y a comparaciones desfavorables. Podrían, tal vez, contar una experiencia personal con relación a este tema.

Lean «¡Deshazte de Rosa!».

Hablen de que en ¡Deshazte de Rosa!, Verónica no era feliz, pues se comparaba negativamente con Rosa. Hablen de que compararse hace que estemos infelices y descontentos con lo que tenemos.

Busquen y lean estos versículos de la Biblia acerca de la sabiduría de Dios y el amor por cada una de Sus creaciones: Isaías 40:28, Isaías 55:8–9, Romanos 8:32, Salmo 139:16 y Lucas 12:7. Lean un versículo y luego hagan una pausa para reflexionar en lo que acaban de leer. Seguidamente, hablen de cada versículo empleando sus propias palabras y lo que significa para ustedes.

Comenten con el niño o niña las diversas actividades que puede hacer cuando sienta insatisfacción. (Por ejemplo, memorizar versículos de la Biblia acerca de estar contentos, escribir una lista de aspectos positivos en los que el niño o niña necesiten mejorar, etc.)

Lean «Dones excepcionales». Hablen de los dones y talentos que tiene su hijo o hija; o de las aptitudes que tiene.

Memoricen: «Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos». (1 Timoteo 6:6–8; NTV)

Recopilado por el personal de Rincón de las maravillas. Traducción: Patricia Zapata N. y Antonia López.
© La Familia Internacional, 2011
Etiquetas: compararse, contentamiento