La Biblia dice: «El diligente ve cumplidos sus deseos»1, y: «No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos»2.
Probablemente descubrirás que la mayoría de tus estudios y responsabilidades diarias requieren constancia y diligencia para llevarlos a cabo. Cuando veas que necesitas ser constante y diligente, estarás aprendiendo algo muy importante que te servirá para hacer un mejor trabajo y lograr más éxito en la vida.
Quizás a menudo te entran ganas de abandonar tus estudios o responsabilidades para hacer algo más divertido, pero eso solo te dejará con más problemas: te atrasarás en los estudios y se te amontonará el trabajo, y te costará bastante ponerte al día.
Hay algunas cosas que tal vez nunca tengas ganas de hacer, y la única forma de hacerlas es programar un tiempo para ello y tomar la decisión de llevarlas a cabo sin importar lo poco que te apetezca hacerlas.
Por ejemplo, quizás no te gusta estudiar cierta asignatura o te parece demasiado difícil. Pero si dedicas tiempo a estudiar y terminar tus deberes, estarás listo para la siguiente etapa en tus estudios y no te quedarás rezagado.
La próxima vez que te canses de tus estudios o de tus responsabilidades, recuerda que tu constancia y diligencia tendrá su recompensa. Si logras terminar las cosas, no sólo las llevarás a cabo, sino que te sentirás más contento y tendrás más éxito.
Notas a pie de página:
1 Proverbios 13:4 (NVI)
2 Gálatas 6:9 (NVI)
Texto: Jackie Owens. Ilustración: MW. Diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2018