Rincón de las maravillas
¿Predicarle a un árbol?
viernes, octubre 21, 2022

Basado en una historia real

Sadhu Chellappa, un ilustre predicador indio, viajaba hacia una aldea al norte de Chennai, donde iba a misionar. En mitad de la noche, de pronto, sintió que Dios le hablaba.

Jesús: ¡Sal inmediatamente de la casa y corre!

Chellappa (pensando): Creo que Dios me está hablando.

Chellappa: ¿Cómo? ¿Ahora? Pero si acabo de acostarme.

Jesús: Sí. ¡Ahora!

No parecía lo más oportuno, pero él estaba acostumbrado a obedecer las instrucciones del Señor sin chistar, por extrañas que parecieran. Así que se vistió y corrió a ciegas.

Chellappa: Bueno… lo siento…

Chellappa: ¿Aquí, Señor?

Jesús: Aún no.

Chellappa: ¿Aquí, Señor?

Jesús: Aún no.

Chellappa: ¿AQUÍ, SEÑOR?

Jesús: Aún no.

Chellappa: ¿AQUÍ, SEÑOR?

Jesús: ¡AQUÍ!

Jesús: Ahora ponte a predicar.

Chellappa: ¡¿Al árbol?!

Jesús: Sí, al árbol.

SABIDURÍA ENVASADA…

«El primer catalizador de milagros es la simple obediencia.» James Rutz, escritor, conferencista y creador de pensamientos profundos.

Y ahora de regreso a nuestro relato.

Chellappa: ¿Para qué quieres que le predique a un árbol, en medio del campo, en mitad de la noche?

Jesús: Confía en Mí.

Así que predicó.

Chellappa: Y ahora, ¿quién quiere aceptar a Jesús en su vida?

Voz desde el árbol: ¡Yo!

MÁS SABIDURÍA… EN UN ENVASE MÁS GRANDE…

«Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre» (Daniel 12:3; NTV.)

Hombre llorando: Quiero entregar mi vida a Jesús.

Y así…

Hombre: …Te pido que entres en mi corazón.

Chellappa: Oye, ¿qué hacías en ese árbol en medio de la nada, en mitad de la noche?

Hombre: Me sentía muy triste. Y estaba tratando de quitarme la vida.

Chellappa: Ah… ahora entiendo. ¡Gracias, Jesús! Eres increíble.

Adaptado de Megashift, por James Rutz. Ilustración: Krome. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.
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Etiquetas: escuchar a dios, historietas, seguir a dios