Comenzar un año nuevo es como cerrar la puerta al pasado y abrir una nueva al futuro, entrando a un lugar lleno de nuevas posibilidades y aventura. Puede ser tan emocionante como intimidante.
Emocionante porque es chévere sentir que tienes un nuevo comienzo, la posibilidad de mejorar algunas de tus habilidades o ámbitos de tu vida. Es apasionante saber que te aguardan nuevas aventuras: quizás la oportunidad de probar un nuevo deporte, o esperar con ilusión las vacaciones veraniegas y todas las cosas divertidas que disfrutarás.
Al mismo tiempo, puede ser intimidante. Tienes una idea de las cosas que harás a diario durante el próximo año: ir al colegio, hacer las tareas y las actividades que comenzaste este último año. Y quizás eso no te hace mucha ilusión. También te esperan cosas desconocidas que quizás te ponen nervioso.
Si te sientes más intimidado que emocionado, te animará saber que Dios puede darte la fortaleza para enfrentar este nuevo año y ayudarte a no sentirte agobiado. «Aún los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán»1.
El Señor puede ayudarte de principio a fin a «volar como las águilas». Te infundirá esperanza y te ayudará a esperar con ilusión este nuevo año y todas las grandes cosas que te aguardan.
Nota a pie de página
1 Isaías 40: 30-31 (NVI)
Texto: Jackie Owens. Ilustración: Sandra Reign. Diseño: Stefan Merour.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2018