No siempre resulta fácil estar contento con quien eres. Quizás te fijas en las personas que tienen las características, talentos o la apariencia que te gustaría tener y sientes un poco de «inferioridad». Pero compararte con otros solo provoca que te cueste más estar contento con quien eres. Cuando gastas tu energía y te enfocas en lo que no eres o en lo que no tienes, no puedes ver lo que sí posees.
El famoso ministro, Charles Spurgeon1, escribió en una ocasión: «Dices: “Si tuviera un poco más, estaría satisfecho”. Cometes un error. Si no estás contento con lo que tienes, tampoco lo estarás teniendo el doble.»
1 Charles Haddon Spurgeon (1834-1892) fue un ministro Bautista fundamentalista inglés y un famoso predicador, cuyos sermones sazonados frecuentemente con humor, fueron traducidos ampliamente y tenían una gran circulación. Spurgeon también fundó un colegio bíblico (en 1856) y un orfanato (1867). Sus sermones, que publicaba semanalmente, llenaron más de 50 libros en su edición completa. (Encyclopedia Britannica)
Aprender a estar contento con quien eres y con lo que tienes es uno de los secretos de la felicidad. Si evalúas tu eventual felicidad por lo que podrías tener o podrías ser, estarás perdiéndote las cosas buenas de tu vida, las bendiciones que recibes a diario y las posibilidades a tu alcance.
«Un hombre es feliz por tanto tiempo como escoge ser feliz». Alexander Solzhenitsyn (1918-2008), novelista e historiador ruso.
Si te sientes en desventaja, concéntrate en todo lo bueno que tienes. Eso te servirá para cambiar tu perspectiva de sentirte «inferior» a pensar que tienes más de lo que esperabas, porque a medida que te concentras en lo bueno, notarás las cosas buenas que antes pasaste por alto. El apóstol Pablo escribió: «He aprendido a estar contento con lo que tengo y con todo lo que sucede»2. Cuando aprendas a apreciar cómo eres y lo que tienes, hallarás alegría y contentamiento.
Una forma de combatir los sentimientos de envidia o comparación es evitar pensar: «Ojalá tuviera…» al pensar en algo que te haría más feliz. Si alguien está logrando algo en algún aspecto, en lugar de permitirte albergar pensamientos de envidia, conviértelos en pensamientos positivos hacia dicha persona. Aprende a concentrarte en alegrarte por los demás en lugar de sentir pena de ti mismo. Y al hacerlo, descubrirás que te sientes con mejor disposición y más gratitud.
Como escribió Dale Carnegie: «No es lo que tienes o quién eres o dónde estás o qué estás haciendo lo que te hace feliz o infeliz. Es lo que piensas al respecto.»3 Tu actitud marca la diferencia y es la clave para hallar la felicidad.
La felicidad es un estado mental, un estado de contentamiento que tú eliges. La clave es apartar los sentimientos de «inferioridad» que en ocasiones te embargan, y esforzarte por ser agradecido por quien eres, por los talentos que has recibido, y buscar formas de crecer y mejorar.
Toma la decisión de elegir una actitud de contentamiento y gratitud, y pronto descubrirás que desaparecen los sentimientos de «inferioridad». ¡Comienza hoy a convertirte en tu versión más feliz!
2 Filipenses 4:11
3 Dale Carnegie, «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas» (Nueva York: Simon & Schuster, 1936).
Texto: Andrea Gianni. Ilustración: Evangeline. Diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2019.