Rincón de las maravillas
Les presento a Amy Carmichael
viernes, mayo 13, 2022

Lugar de nacimiento: Millisle, Irlanda del Norte

Fecha de nacimiento: 16 de diciembre de 1867

Familia: La mayor de siete hermanos

Países en los que vivió como misionera: Japón, India

Amy Wilson Carmichael (1867–1951) fue una misionera que ejerció en Japón y después en la India, donde abrió un orfanato y también fundó un centro misionero en Dohnavur. Se la conoce por su dedicación al rescatar niños cuyos familiares los dedicaron a ser esclavos en los templos. También fue conocida por su pasión para hablar a la gente del amor de Dios. Amy sirvió en la India durante cincuenta y cinco años y fue autora de varios libros sobre su obra misionera allí.

Cuando estaba a bordo del barco que la llevaría a su primer campo de misión, Japón, el capitán se convirtió al cristianismo luego de observar con qué alegría Amy encaraba la situación de suciedad e insectos que había en el barco.

Amy venció muchas dificultades y obstáculos durante sus años en servicio misionero. Estos son algunos:

Obstáculo: La labor misionera en la India fue ardua. Luego de cada conversión al cristianismo de un hindú de casta1 superior, seguía una ola de persecución. Toda la comunidad hindú hacía de todo para hacerles la vida imposible a los cristianos. Obligaban a cerrar las puertas de algunas escuelas misioneras, otras las quemaban, destrozaban iglesias, golpeaban a los misioneros y presentaban interminables demandas.

Victoria: Amy viajó y predicó vistiendo la indumentaria nativa de la India, aunque la mayoría de los misioneros de esa época lo consideraba algo vergonzoso y pensaban que debía vestir a la usanza occidental. Vestida con un sari y con la piel bronceada parecía una india, cosa que fue fundamental en su éxito como misionera.

La lección de Amy de «hacerse como ellos»

El apóstol Pablo dijo una vez: «Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos» (1 Corintios 9:22–23; NVI).

Amy aprendió también el valor de las palabras de Pablo. Una vez, en Japón, aun antes de que aprendiera el idioma, Amy salió a hablarle a la gente sobre Jesús. Su intérprete, Misaki-san, le sugirió a Amy que vistiera un kimono, pero Amy prefirió seguir vistiendo su ropa occidental. Ambos fueron a visitar a una anciana que estaba enferma y le interesaba el Evangelio. Justo cuando Amy iba a preguntarle si deseaba recibir al Señor, la señora notó los guantes de piel que Amy llevaba puestos y le preguntó qué eran. La mujer no aceptó a Cristo como su salvador.

De regreso a su casa, Amy lloraba amargamente. Nunca más arriesgaría tanto por una pequeñez así, prometió. Desde aquel día, siempre vistió la indumentaria local cuando salía a conocer a la gente y hablarles de Jesús.

Obstáculo: Amy padecía de neuralgia, una enfermedad de los nervios que hacía que su cuerpo se debilitara y doliera, y a veces tenía que estar en cama durante semanas interminables.

Victoria: Muchas veces, cuando debía estar en cama por varios meses debido a esa enfermedad, Jesús le indicaba que orara por la gente de la India para que conociera el amor de Jesús, y sus oraciones ayudaron a que más personas recibieran las buenas nuevas.

Obstáculo: Debido a antiguas tradiciones, los niños eran entregados a los templos hindúes para que trabajaran como esclavos. Algunas familias, además, abandonaban a las bebés mujeres debido a la pobreza y a que no podían proveer para ellas. (Los niños varones eran considerados de más valor que las mujeres, ya que los varones podían realizar trabajos manuales para ganar dinero para su hogar. Los padres, además, debían pagar una dote a la familia del marido de la hija cuando ésta se casara, lo cual era difícil para las familias pobres.)

Victoria: Una gran parte de la obra de Amy se concentró en rescatar a niños que habían sido dedicados a esos templos. Hubo una ocasión en la que parecía casi seguro que Amy sería arrestada y enviada a una prisión india bajo el cargo de secuestro de niños; se enfrentaba a una condena de siete años. Pero Amy no fue a la cárcel. Un telegrama llegó, y decía: «Caso criminal sobreseído». Jamás se envió una explicación, pero quienes conocían a Dios, sospechaban que Él tenía algo que ver con esta decisión.

Más de mil niños fueron rescatados de la negligencia y el abuso durante la vida de Amy. Para aquellos a quienes ella rescató, ella era «Amma», que significa «madre» en Tamil. Su obra solía ponerla en peligro y era estresante, pero ella jamás olvidó la promesa de Dios de que la protegería tanto a ella como a los que tenía bajo su cuidado.


Nota a pie de página:

1 casta: clase social apartada de las demás por diferencias en rango, profesión o riqueza

Texto: R. A. Watterson, basado en extractos de la Internet. Ilustración: Danielle. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022
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Etiquetas: misioneros, vidas admirables, testificación