1. Durante diciembre escribe un diario sencillo en el que anotas oraciones breves, citas positivas y alentadoras que lees, y objetivos que te gustaría alcanzar el próximo año.
2. Tómate un tiempo cada día para alabar a Jesús usando tres palabras navideñas. (Por ejemplo, si las palabras que eliges un día son «nieve, adorno y hoja perenne», tu alabanza podría ser «Jesús, eres el adorno más resplandeciente y genial del árbol de mi vida. Tú mantienes mi «árbol» siempre verde con Tu sedoso amor que es como la nieve».) Puedes incluso escribir estas alabanzas en tu diario de Navidad para leerlas de nuevo más tarde.
3. Busca un libro devocional o navideño devocional para leer durante el mes. Inicia o termina el día con una breve lectura del libro devocional para volver a conectarte con Jesús.
4. Haz las paces con un amigo o familiar con quien no te has llevado bien últimamente. No es fácil, pero la Navidad es una buena época para dejar de lado las diferencias y los rencores y enmendar lo que haga falta.
5. Elige un amigo o vecino y haz un capricho especial de Navidad y llévaselo a esa persona. Escríbele una notita de agradecimiento y dile en persona cuando le lleves la sorpresa qué es lo que aprecias de ella.
6. Mira una película de Navidad que se centre en la razón de la Navidad, una que incluya la historia de la primera Navidad o que destaque el verdadero espíritu de la Navidad: el amor de Dios por la humanidad, dar desinteresadamente y ayudar a los demás.
7. En algún momento de calma del día, acurrúcate en la cama o en un sofá y escucha un par de villancicos. Reflexiona sobre la letra y sobre qué sentido tiene para ti el mensaje.

Recuerda que la Navidad es el cumpleaños de Jesús, cuando celebramos el comienzo de Su vida en la tierra y la salvación que le trajo a la humanidad. En lugar de distraerte con las actividades de la temporada navideña, procura disfrutar la celebración de Su cumpleaños junto a Él. Convivir con Jesús puede ser un beneficio adicional de tu Navidad este año. Te sentirás más feliz y todo irá mejor porque centrar más tiempo tu atención en Jesús te dará la fuerza y la dicha que quieres.

Si dedicas un momento cada día para recordar a Jesús, Él será el centro de tu Navidad.