Dios es nuestro amparo, nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto no temeremos
aunque la tierra sea removida
y se traspasen los montes al corazón del mar;
aunque bramen y se turben sus aguas
y tiemblen los montes a causa de su braveza.
Contribución del equipo de Rincón de las maravillas. Ilustración: Esther Martin.© La Familia Internacional, 2016