La vida está llena de desafíos que pueden llevarte más allá de lo que crees que eres capaz de hacer. A veces resulta fácil aceptar el desafío porque es algo que deseas conseguir. En otras ocasiones existe una lucha auténtica, dura, y la meta final parece inalcanzable. Pero cualquier meta que sea valiosa para ti, hará que valga la pena el esfuerzo porque te llevará al siguiente nivel de crecimiento como persona y hará que la lucha merezca la pena (aun si viene acompañada de golpes y caídas).
Los mayores logros en la vida tienen un precio, ya sea sacrificar otros aspectos de nuestra vida, cambiar de costumbres o reajustar nuestra mentalidad a fin de alcanzar dicho objetivo. Considera dichos costos como el empujón que te hará avanzar en tu camino al éxito.
Pídele ayuda a Jesús cuando el desafío que enfrentas parece abrumador. Él te puede dar la fe, el valor y la perseverancia que precisas para seguir avanzando. Si no te cansas de hacer el bien, segarás una cosecha por no rendirte1. Así que, sigue persistiendo, esfuérzate un paso más, y —si es preciso— arrástrate hasta cruzar la meta del éxito en cualquier desafío que estés enfrentando.
«Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Quitémonos todo peso que nos impida correr y el pecado que tan fácil nos hace tropezar. Fijemos la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe.» (Hebreos 12:1-2; NTV.)
Nota a pie de página:
1 Ver Gálatas 6:9 (NTV).
Texto: Lyra Anouk. Ilustración: Krome. Diseño: Roy EvansPublicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.