El apóstol Pablo escribió que la fe es la realización de lo que esperas; es la evidencia de lo que no puedes ver¹. La fe se manifiesta cuando confías en lo que no es inmediatamente tangible, cuando confías que el resultado de algo está en manos de Dios. Cuando tienes fe, la fe es la confianza de que hay una solución en camino. La fe se manifiesta antes de que tus oraciones sean respondidas.

Considera a los dos ciegos que se acercaron a Jesús y le rogaron que los sanara. Jesús les preguntó: «¿Creen que puedo sanarlos?» Cuando respondieron afirmativamente, Jesús respondió: «Que se haga con ustedes conforme a su fe». ¡Y recobraron la vista!²

Al igual que un detective en un caso, cada indicio de evidencia es una pista que conduce a la solución final del misterio. La fe es similar. Cuando decides confiar en Dios y pones tu fe en acción, eso te posiciona en el sendero que te conduce a las soluciones que estás buscando.

Cuando crees y actúas con fe y confianza, suceden cosas extraordinarias.

Notas a pie de página:

¹ V. Hebreos 11:1.

² V. Mateo 9:27–30 (NVI).