El Espíritu de Dios es la fuente del amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la dulzura y la moderación en ti.
Memoriza: El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gálatas 5:22-23; NVI).
Acción: En tu cuaderno o diario, anota experiencias que hayas tenido recientemente y que te parezcan que exhiben uno de los frutos del Espíritu (enumerados arriba) presentes en tu vida.
Lee el artículo completo en «Lecturas energizantes, nº1: La fuente de lo bueno».
Texto: R.A. Watterson. Ilustración: Yoko Matsuoka. Diseño: R.A. Watterson.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2015.