Rincón de las maravillas
Un estudiante sobresaliente en oración
viernes, octubre 11, 2019

Con frecuencia, la eficacia de la oración es cuestión de fe; tienes que estar convencido de que Dios tiene el poder de responder las oraciones. Cuando al orar te basas en las promesas de Dios, sabes que si tus peticiones están de acuerdo con Su voluntad, se harán realidad.

Un motivo de que la oración parezca no funcionar para algunas personas es que mientras oran no dejan la situación en manos de Dios, sino que creen que deben hacer algo ellos mismos. Eso no significa que debes cruzarte de brazos y no hacer nada, sino que no debes correr a lo loco con tus propias fuerzas tratando de conseguir tú mismo la respuesta a tu oración. Tienes que confiar en Dios y hacer tu parte, pero sobre todo, debes confiar en que Él logrará los mejores resultados.

La oración no consiste únicamente en presentar tus peticiones delante de Dios, sino aprender también a confiar en Él por la respuesta. Eso es cierto aunque la respuesta sea distinta de lo que esperamos, o quizás incluso de lo que queremos. En ocasiones, Dios te muestra que debes dar algunos pasos adicionales para ver los resultados deseados, y el obedecer Sus instrucciones determinará el resultado final de tus oraciones.

Cuando eres un estudioso y experto en oración, sabes que orar es mucho más que presentar una lista de peticiones a Dios. Incluye obedecer lo que Él te muestra que hagas. Es tener fe en que Él hará lo que ha prometido. Es confiar en Él por la respuesta. Es aceptar la forma en que Él elija darnos la respuesta pues sabe lo que más nos conviene.

Puedes convertirte en un estudiante sobresaliente en el arte de la oración haciendo tu parte para dominar el don de orar. Utiliza estos pasos para que tus oraciones sean más eficaces:

  • Lee y obedece las instrucciones de la Palabra de Dios. Eso fortalecerá tu fe.
  • Cuando acudes a Dios en oración, hazlo con fe y confianza. Cree que Él puede responder y que lo hará de la forma más conveniente.
  • Sé diligente en la oración.
  • Conversa con Dios y alábalo por Su bondad y cuidados.
  • Acepta la respuesta que Dios te da, aunque sea distinta de lo que pensabas.

Existe una diferencia entre los que utilizan la oración simplemente porque saben que es bueno orar y los que emplean la oración porque creen en su eficacia. «La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos»1.


Nota a pie de página:

1 Santiago 5:16 (NTV)

Contribución de Andrea Gianni, basado en los escritos de LFI. Ilustración: David Komic. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2019.
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Etiquetas: oración