Jesús, te ruego que me lleves a un sitio tranquilo, donde pueda estar a solas contigo. Aunque físicamente hay otras personas a mi alrededor, voy a cerrar los ojos. Ayúdame a imaginar un hermoso lugar en donde pueda estar contigo. Ah sí, como este. ¡Es ideal! Ahora me puedo recostar aquí y pensar en Ti y en todas las cosas buenas y las maravillas que haces por mí. Puedo encomendarte todo lo que me preocupa, sabiendo que Tú te encargarás de que salga lo mejor posible.

Después solo quiero quedarme en silencio, con la cabeza apoyada en Tu brazo tan fuerte. Estar en Tu presencia es de lo más reconfortante. Sé que cuando estoy contigo, todo va a salir bien.