La Biblia dice:
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos. (Mateo 5:14–16 RVC)
Piensa:
No tienes que ser un candelabro o una araña de cristal, ni un potente reflector, ni un faro. Solo comparte tu luz y deja que los demás hallen alegría y calidez a través de tus palabras amables y tus actos cariñosos.
Contribución: R. A. Watterson. Ilustraciones: Evangeline. Diseño: Stefan Merour.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2014