Los siguientes son cuatro consejos para fortalecer y aumentar tu fe:

1. Lee la Palabra de Dios.

La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios¹.

Leer la Biblia y otros relatos que refuerzan tu fe en Dios es una de las mejores formas de vigorizar tu fe. Tu fe también se fortalece cuando llevas a la práctica las instrucciones y orientación que provienen de Dios.

2. Lleva a la práctica tu fe.

Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta².

La fe se demuestra con obras. Y para actuar hace falta esforzarse, pero los resultados hacen que valga la pena.

3. La alabanza es la voz de la fe.

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe³.

Cuando verbalizas tu fe alabando a Dios, invitas a tu vida los frutos de la fe. La alabanza fortalece los músculos de la fe, y te da más confianza en las promesas de Dios.

4. Mantén a raya el miedo y el desaliento.

Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe⁴.

No puedes tener miedo y fe al mismo tiempo; cuando pones los ojos en Jesús con fe, dejas atrás los miedos. La fe además vence el desaliento. Los temores y las dudas son muy reales. Si sientes que atacan tu fe en las promesas que Dios te ha hecho, ora, lee la Palabra de Dios y alábalo. Tu fe en Dios reemplazará los malos pensamientos.

Notas a pie de página:

¹ Romanos 10:17 (RV1960)

² Santiago 2:17 (NVI)

³ Hebreos 10:22 (NVI)

⁴ 1 Juan 5:4 (NVI)