Niña: Queremos hacerte un regalo en Tu cumpleaños, pero no sabemos qué podemos obsequiar a un Rey tan poderoso e imponente. ¿Qué podríamos darte que te haga feliz?
Jesús: Gracias por acordarse de Mi cumpleaños. Eso en sí ya constituye todo un regalo. A todo el mundo le gusta que recuerden su fecha onomástica, y a Mí me ocurre igual. Este año, algo que me haría muy feliz es que os esforcéis en pensar más en los demás.
Niño: Pero, ¿cómo va a ser eso un regalo para Ti?
Jesús: Me preocupo e intereso por las personas. Siento mucha alegría cuando las veo felices y que tienen la oportunidad de sentir Mi amor. Vosotros me conocéis, y tenéis Mi amor en vuestro corazón, así que sois los candidatos perfectos para demostrar Mi amor a los demás.
Niño: ¿Te refieres a hacer buenas acciones?
Jesús: Sí. Esa es una forma de ayudar al prójimo, pero existen muchas más. Por ejemplo, otro regalo que me puedes hacer es rezar por los demás. Puede ser un regalo secreto, pues seguramente ni se enterarán de que rogaste por ellos. Pero ya sea que lo sepan o no, aun así es un regalo porque Yo responderé a tus plegarias.
Repartir abrazos, tener gestos amables, demostrar aprecio e interés por otras personas son maneras de pensar en los demás y mostrarles Mi amor en Mi cumpleaños. ¡Son obsequios muy valiosos para Mí!
Niña: ¿Quieres decir que cuando hago gustosamente mis tareas, o tiendo una mano a los demás, todo eso son regalos que te hago a Ti?
Jesús: En cierta forma, sí. Sobre todo cuando actúas como si lo hicieras para Mí.
«Cuando hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de éstos, Mis hermanos, me lo hicieron a Mí» (Mateo 27:40).
Niño: ¿Qué significa «me lo hicieron a Mí»? ¿Cómo es posible?
Jesús: Quiere decir que cuando tienes gestos amables hacia otra persona es como si los tuvieras conmigo.
Niño: ¡Ya comprendo! Creo que me resultaría más fácil ser amable contigo, Jesús, en lugar de con otra persona. Así siento que te hago un obsequio a Ti.
Jesús: Bueno, aunque te cueste ver que tus buenas acciones constituyen un presente para Mí, en realidad lo son. Cada vez que haces algo amable por alguien, me estás haciendo un regalo a Mí. Y cuantos más obsequios así me des en Mi cumpleaños, más feliz seré, pues me encanta ver a las personas felices y que se sientan amadas.
Niña: Nos esforzamos al máximo porque Tú, Jesús, eres nuestro mejor amigo; y queremos que estés muy feliz en Tu cumpleaños.
Jesús: ¡Gracias! Os lo agradezco mucho. Pero, por favor, no tenéis que esforzaros tanto para tenerme contento. El simple hecho de que os acordéis de Mí en esta época del año y que tratéis de darme esos regalos me hace sumamente feliz.
Agradezco todos los obsequios, grandes y pequeños, y sé que me aguarda un cumpleaños muy feliz y lleno de diversión. Y lo sé porque os habéis encargado de que sea especial para Mí.
Contribución: Devon T. Sommers.Producción de Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2012.