«Busca la paz y esfuérzate por mantenerla» (Salmo 34:14; NTV).
«El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (Gálatas 5:22-23; RV).
Vivir en armonía incluye ser agradecido y no quejarse cuando cambian los planes.
«Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como hijos de Dios» (Filipenses 2:14-15; NTV).
Si te enfadas con alguien, busca alguna manera de reemplazar el enojo con amabilidad y recuperar la armonía.
«Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día» (Efesios 4:26; DHH).
Ser considerados con las necesidades ajenas fomenta la armonía.
«Nadie busque el bien solo para sí mismo, sino para todos» (Filipenses 2:4; TLA).
La armonía se basa en aceptar la responsabilidad de nuestros errores y no culpar a los demás.
«Hagamos lo que trae paz y ayudémonos unos a otros» (Romanos 14:19; PDT).
Demostrar respeto mutuo fomenta la armonía.
«Dios bendice a los que trabajan para que haya paz» (Mateo 5:9; TLA).
Querer hacer las cosas a nuestra manera puede hacer que otros se sientan excluidos, y rompe la armonía.
«Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo» (Romano 12:18; TLA).
Buscar maneras de incluir a otros en tus actividades brinda armonía.
«No digan malas palabras, sino palabras que ayuden y animen a los demás» (Efesios 4:29; PDT).
Texto: Evan Kallen. Ilustración: Didier Martin. Color y diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.