Rincón de las maravillas
El regalo que nunca se agota
miércoles, noviembre 30, 2011

Es muy probable que, de niño, a Jesús le gustara recibir regalos de sus padres terrenales, así como a ustedes también les gusta recibir regalos de los suyos. Y al igual que ustedes, seguramente Él debe de haberse dado cuenta de que, con el tiempo, esos regalos se rompían o se gastaban.

Seguramente eso te habrá sucedido a ti también.

Antes de venir a la tierra, estaba muy feliz en el cielo junto a Su Padre. Pero Jesús y Su Padre celestial también querían compartir su felicidad con las personas de la tierra.

Por eso, a Jesús lo enviaron a la tierra, a nacer como bebé de María y José en la ciudad de Belén. María y José fueron sus padres terrenales, y cuidaron de Él mientras crecía. Lo alimentaron, lo vistieron, lo protegieron y velaron muy bien por Él.

Como buenos papás que eran, José y María se aseguraron de que a Jesús se le enseñasen las Escrituras. José también le enseñó el oficio de carpintero.

Ya de grande, Jesús dedicó tres años a viajar por toda Judea (zona situada al sur de Israel) y a enseñar a otros acerca de Dios, Su Palabra y el cielo. Algunas personas que le tenían envidia no gustaban de Jesús y lo mandaron a matar, como si se tratase de un hombre malvado y peligroso. Pero Jesús les permitió hacerlo por una razón.

Jesús murió para poder pagar por tus pecados, y para que pudieses disfrutar también de la felicidad del cielo y la vida eterna.

Jesús está deseoso de ser el regalo de amor de Dios para todos los que se lo piden. Él ingresará a tu vida y te ayudará a experimentar el amor de Dios. Y cuando tu vida en la tierra acabe, te llevará a vivir con Él en Su espléndido hogar eterno: ¡el cielo!

Jesús es el regalo más grande que uno pueda recibir jamás. ¡Él puede reparar corazones quebrantados y darles felicidad y amor por siempre jamás!

Lo único que tienes que hacer es pedirle que te dé ese regalo que ha prometido. ¡Cuando lo hagas, Él entrará a tu vida y manifestará Su gran amor por ti!

P.D.: Si te gustaría recibir a Jesús en tu vida como regalo navideño de parte de Dios para ti esta Navidad, simplemente dile: «Jesús, gracias por dar Tu vida por mí, y por ofrecerme tu regalo de amor y felicidad para siempre. Te acepto en mi vida. Te ruego que me ayudes a aprender más acerca de Tu amor y comprensión, y sobre cómo hacer felices a los demás».

Texto: Christi S. Lynch. Ilustraciones: Sabine Rich. Diseño: Christia Copeland.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2011
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Etiquetas: jesús, navidad, salvación, folletos para niños