Una escena en el cielo.
Marcelo: Soy Marcelo.
Marcelo: Desde que llegué al cielo descubrí que la razón por la que llevé una vida tan buena en la tierra fue por algo que ustedes dos hicieron por mí cuando eran niños.
Marcelo: ¡Gracias!
Travis y Dylan: ¿?
Marcelo: Un día, siendo niño, recibí a Jesús junto con mis padres en un parque.
Jesús: ¿Se acuerdan hace muchos años cuando pasaron una noche en casa de Travis unos días antes de Navidad?
Narración: Muchos años antes.
Travis: Oremos por tu hermana y tus padres que mañana van a ir al parque a cantar villancicos navideños.
Dylan: ¡Sí!
Jesús le habla a Dylan: ¡Sus oraciones van a ayudar a que otros me conozcan como tú me conoces!
Travis: Por favor, ayuda a la hermana de Dylan y a sus papás mientras le explican a otros que Tú fuiste el regalo de Dios para el mundo en aquella primera Navidad.
Dylan: ¡Y, por favor, ayuda a que más personas conozcan Tu amor en esta temporada navideña!
Marcelo: Por esa época yo era un niño pequeño.
Marcelo: Trisha oró conmigo y con mis padres para que recibiéramos a Jesús.
Marcelo: Mis padres empezaron a ir a clases de la Biblia y a mí también me enseñaron relatos bíblicos acerca del amor de Dios.
De adulto, Dios se valió de la influencia que yo tenía por ser un empresario exitoso para proteger a algunos misioneros cuando se volvió ilegal hablar de Jesús con personas que no conocían al Señor.
Soldado: ¿Esta pareja le está enseñando la Biblia a los trabajadores de su compañía?
Marcelo: Son ciudadanos leales a quienes he contratado para que enseñen a las personas de mi compañía cómo trabajar mejor en equipo. Son una ayuda para mi empresa.
Oficial al mando: Muy bien. Pueden continuar.
Jesús: ¡Todo esto empezó con las oraciones de dos niños!
Escrita por Christi S. Lynch. Ilustraciones: Didier Martin. Diseño: Christia Copeland.Producido por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2012