Pueden emplear las horas de prácticas para aprender a no distraerse durante la actuación.

Algunos ejemplos de distracciones que debemos evitar mientras actuamos:

• Estar meneándose.
• Rascarse la nariz.
• Pasarse los dedos por el cabello.
• Jugar con la ropa.

Concéntrense todo el tiempo en mirar a la audiencia y en sonreír.

«Una mirada alegre trae gozo al corazón» (Proverbios 15:30 NLT)

Es importante estar siempre limpio y bien arreglado, y mantener una buena postura.

Cuando estén actuando, aunque se equivoquen en la canción o en el baile, sigan adelante, no se detengan.

Sigan cantando, aunque tú o alguien del grupo se equivoque en la letra de la canción o cometa cualquier otro error.

Para superar las equivocaciones de los ensayos se precisa amor, paciencia y oración.

«Sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.» (Efesios 4:32)

¡La victoria se alcanza por medio de la oración y la alabanza!

«No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho.» (Filipenses 4:6 NTV)

Tal vez quieran presentarse a la audiencia en algún momento de la función. Si no, lo pueden hacer al final antes de abandonar el escenario o el lugar donde hayan actuado.

Pronuncien sus nombres con claridad. Y cuando abandonen el escenario, háganlo de forma ordenada.

Buenos modales:

• Siéntate derecho.
• No apoyes los codos en la mesa.
• Da preferencia a los demás niños y a las personas mayores; no te sirvas la porción más grande.
• No te quejes ni pongas mala cara si te sirven algo que no te gusta. Prueba un poquito al menos.
• Mastica con la boca cerrada.
• No hables con la boca llena. Si te preguntan algo, termina de masticar y habla después de tragar.
• No interrumpas a los que hablan. Hay que hablar de uno en uno.
• Espera a que te pasen la comida, o pídela, pero no alargues el brazo por encima del plato de otro.
• Acuérdate de pedir por favor, dar las gracias y decir «de nada».

«En esto es glorificado Mi Padre, en que llevéis mucho fruto» (Juan 15:8).

«Como resultado del ministerio de ustedes, ellos darán la gloria a Dios» (2 Corintios 9:13 NTV).