Una noche, un principal entre los fariseos llamado Nicodemo fue a visitar a Jesús. Conocía los milagros que Jesús había realizado y había escuchado Sus maravillosas enseñanzas, pero quería aprender más.
Jesús le explicó a Nicodemo que si alguno quería ver el reino de Dios le era necesario nacer de nuevo (Juan 3:3). Como Nicodemo era un hombre adulto, se preguntaba cómo era posible nacer por segunda vez y le pidió a Jesús que se lo explicara. Jesús le dijo que además de nacer físicamente, era preciso nacer espiritualmente, es decir conocerlo a Él y seguir Sus enseñanzas.
Jesús también le explicó a Nicodemo el motivo por el cual Dios le había enviado a este mundo. Le dijo: «Pues Dios amó tanto al mundo que dio a Su único Hijo, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16 NTV). Eso sirvió para que Nicodemo comprendiera que para recibir el regalo divino de la salvación y comenzar su relación con el Señor solo tenía que creer y aceptar a Jesús como su Salvador.
En Juan 3:3-21 encontrarás el relato completo. Y Juan 19:39 narra cómo tras la crucifixión de Jesús, Nicodemo trajo especias aromáticas para embalsamar Su cuerpo para la sepultura.
Escrito e ilustrado por Didier Martin. Traducción: Victoria Martínez y Antonia López.© Didier Martin, 2011. Utilizado con permiso.