Rincón de las maravillas
Samuel
miércoles, febrero 24, 2016

¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Estoy llamándote a ti, Samuel.
¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Estoy llamándote a ti, Samuel.

Heme aquí, heme aquí; ¿qué es lo que quieres, padre Elí?
Heme aquí, heme aquí; ¿qué es lo que quieres, padre Elí?

No te llamé, no te llamé; vuelve a tu cama y échate.
No te llamé, no te llamé; vuelve a tu cama y échate.

A su cama regresó; Samuel fue a su cama y se acostó.
Regresó, regresó; Samuel a su cama y se acostó.

¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Estoy llamándote a ti, Samuel.
¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Estoy llamándote a ti, Samuel.

Heme aquí, heme aquí. ¿Qué es lo que quieres, padre Elí?
Heme aquí, heme aquí. ¿Qué es lo que quieres, padre Elí?

Vé, Samuel, acuéstate y si el Señor está llamándote,
di: «Señor, háblame, que Tu siervo está escuchándote».

A su cama regresó; Samuel fue a su cama y se acostó.
Regresó, regresó; Samuel a su cama y se acostó.

¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Yo estoy llamándote a ti, Samuel.
¡Ey, Samuel! ¡Ey, Samuel! Yo estoy llamándote a ti, Samuel.

Háblame, háblame, que Tu siervo está escuchándote.
Háblame, háblame, que Tu siervo está escuchándote.

Cuando Dios te quiera hablar, ahora ya sabes qué has de contestar.
Le dirás: «Háblame, porque Tu siervo está escuchándote».

Háblame, háblame, que Tu siervo está escuchándote.

Tomado del álbum Grandes Aventuras 1.
© Aurora Production AG, 1996. Utilizado con permiso.
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Etiquetas: vidas admirables, audio, escuchar a dios, grandes aventuras