Narración: Unos minutos después.

Chico 1: ¡Fue emocionante! Sentí como si estuviera observando a Jesús sanar al hombre ciego.

Chico 2: Yo imaginé que era uno de los discípulos que caminaron con Jesús en el camino de Emaús tras Su resurrección.

Chica 2: Yo pensé cómo sería para la hija de Jairo saber que Jesús la sanó.

Chica 1: Yo recordé cómo Jesús enseñó a Sus discípulos a perdonar, tal y cómo Él perdonó a otros cuando estaba en la cruz.

Papá: Jesús se vale de estos momentos para acercarnos más a Él y llenarnos con Su amor, paz y gozo.

Chico 1: Yo quiero volver a leer el relato de Jesús sanando al hombre ciego.

Chico 2: Y yo leeré el relato de Jesús apareciéndose en el camino a Emaús.

Chica 1: ¡Hagamos esto de nuevo otro día!

Chica 2: Estoy muy contenta de saber que Jesús me puede ayudar a perdonar a otras personas.

Narración: Estudio de la Biblia con el abuelo.

Abuelo: ¿Cuál es tu parte favorita del relato de la Pascua?

Chico 1: ¡Cuando Jesús, después de Su resurrección, se apareció de pronto en la habitación a Sus discípulos!

Chica 2: ¡Ni siquiera entró por la puerta!

Chico 2: ¡Los discípulos debieron quedar atónitos!

Abuelo: ¡Reflexionemos ahora y meditemos en el profundo amor que Jesús siente por nosotros!

Chicos: ¡Gracias, Jesús, por Tu amor!

«Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos» (1 Pedro 1:3, RVR1960).