Padre celestial, te amo.
Por siempre te estaré agradecido
por la vida de Tu hijo Jesús
que diste para redimirnos.
«Pues Dios amó tanto al mundo que dio a Su único Hijo, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (John 3:16, NTV).
Jesús, es tanto lo que me has dado...
ayúdame a retribuirte de alguna manera
con muestras de amor abnegado
y gestos de caridad sincera.
«Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo» (Efesios 4:32 NTV).
Contribución: Christi S. Lynch. Ilustraciones: Alvi.© La Familia Internacional, 2014