1. Elisabet y Zacarías

Elisabet y Zacarías vivían en un pueblo de Judea. Zacarías era sacerdote. A los ojos de Dios ellos vivían bien, obedeciendo las leyes y mandamientos del Señor. Sin embargo, no tenían hijos porque Elisabet no había podido tener un bebé. Ambos eran muy viejos.

Lucas 1:5–7

2. Zacarías en el templo

Un día Zacarías estaba trabajando como sacerdote en el templo. Según la costumbre, había sido elegido para quemar incienso en el altar ese día.

Mientras la gente rezaba afuera, Zacarías entró al templo. De repente, se le apareció un ángel.

Lucas 1:8–11

3. El mensaje del ángel a Zacarías

Cuando vio al ángel, Zacarías tuvo miedo, pero el ángel le dijo: «No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Será grande a los ojos del Señor, y traerá de regreso a la presencia del Señor tu Dios a mucha gente de Israel».

Lucas 1:12–17

4. Zacarías no puede hablar

Zacarías le dijo al ángel:

—¿Cómo es posible? Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada.

—Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. Aunque no hayas creído mi mensaje, se hará realidad en el momento preciso. Porque no has creído, no podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda.

Lucas 1:18–25

5. Se casan José y María

A muchos kilómetros de distancia, en la ciudad de Nazaret, vivía una joven llamada María. Se comprometió a casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. José trabajaba como carpintero.

Lucas 1:26–27

6. Un ángel visita a María

A los seis meses del embarazo de Elisabet, Dios envió al ángel Gabriel a visitar a María en Nazaret. Gabriel dijo:

—La paz sea contigo. El Señor Dios está contigo y te ha bendecido.

María estaba confundida por el mensaje del ángel cuando éste le dijo:

—Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

Lucas 1:26–31

7. Nada es imposible para Dios

—Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo.

—Pero no he hecho nada para tener un bebé —le dijo María.

Gabriel respondió:

—El poder de Dios traerá a este bebé. ¿Recuerdas a tu pariente Elisabet, de quien se dijo que no podía tener hijos? Pero a pesar de que ahora es de avanzada edad, está embarazada de seis meses. Nada es imposible para Dios.

—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María.

Con esto, el ángel la dejó.

Lucas 1:32–38

8. María visita a Elisabet

Poco después, María se apresuró a visitar a Elisabet.

Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.

Lucas 1:39–40

9. María y Elisabet

Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, exclamó:

—¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz!

Entonces dijo María:

—Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es Su nombre»!

Lucas 1:41–56

10. Elisabet da a luz a Juan

Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. La gente estaba segura de que el bebé se llamaría Zacarías como su padre. Pero Elisabet dijo:

—No. Tiene que llamarse Juan.

Entonces le hicieron señas a su padre, para saber qué nombre quería ponerle al niño. Zacarías escribió: «Su nombre es Juan». Al instante se le desató la lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.

Lucas 1:57–80

11. Un ángel se le aparece a José

Cuando María llegó a Nazaret, José se enteró que estaba embarazada. Como era un hombre que siempre hacía lo correcto, José sabía que no podía casarse con María si ella ya estaba embarazada y tendría que cancelar el matrimonio.

Pero un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo:

—José, no temas recibir a María por esposa. Porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

Mateo 1:18–25

12. Decreto de Roma

En ese tiempo en Roma, el emperador Augusto ordenó que se realizara un censo en todo el imperio romano. Para el censo, todos debían viajar a su ciudad natal para registrarse.

(Un censo es un recuento que hace un gobierno de las personas que viven en una región).

Lucas 2:1–3

13. Viaje a Belén

Como José era descendiente de David, tuvo que ir de Nazaret en Galilea a la ciudad de Belén en Judea, el lugar de nacimiento del rey David. Entonces, José y su esposa embarazada, María, hicieron el largo viaje a Belén.

Lucas 2:4–5

14. No hay lugar

Cuando llegaron a Belén, se le cumplió el tiempo a María de tener su bebé, pero José y María no tenían un lugar donde quedarse. Debido a los muchos visitantes que venían de otras ciudades, no quedaba lugar para ellos.

Lucas 2:6–7

15. Se quedaron en un establo

Finalmente, un amable señor, cuando vio que María estaba a punto de dar a luz, les dio permiso para pasar la noche en un establo para que tuvieran un lugar cálido en el que quedarse con los animales. ¡Esa noche nació Jesús!

Lucas 2:6–7

16. Los pastores en el campo

En los campos afuera de Belén, los pastores pasaban la noche cuidando sus rebaños de ovejas. Fue una noche larga y fría, y los pastores se quedaron cerca del fuego para protegerse del frío. Todo estaba muy tranquilo; el cielo estaba lleno de estrellas.

Lucas 2:8

17. Un ángel se le apareció a los pastores

De repente, apareció un ángel del Señor, y una luz brillante iluminó la noche. Los pastores estaban asustados. Pero el ángel le dijo:

—No tengan miedo. Les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría. Hoy les ha nacido en Belén un Salvador. Encontrarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

Lucas 2:9–12

18. Muchos ángeles cantan

De repente, un gran ejército de ángeles del cielo apareció con el ángel, cantando alabanzas a Dios:

—Gloria a Dios en las alturas, que demuestra Su amor por la humanidad.

Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:

—Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer.

Lucas 2:13–15

19. Los Reyes Magos observan una estrella

Muy lejos, en otro país al este, hombres sabios que estudiaron el cielo vieron aparecer una nueva estrella. Lo reconocieron como una señal de Dios de que un gran rey había nacido.

Mateo 2:1–2

20. Los Reyes Magos van a Jerusalén

Los sabios viajaron desde lejos en el oriente a la tierra de Judea para adorar al bebé recién nacido. Y le trajeron al nuevo rey regalos de oro, incienso y mirra.

Mateo 2:1–2, 11

21. Los Reyes Magos visitan al rey Herodes

En Jerusalén, cuando los Reyes Magos le preguntaron al rey Herodes dónde había nacido el nuevo rey, él les preguntó a los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley:

—¿Dónde va a nacer el Mesías?

—En Belén de Judea —respondieron. Y Herodes se lo dijo a los magos.

Mateo 2:3–7

22. Los Reyes Magos van a Belén

Mientras viajaban a Belén, los magos vieron la misma estrella que habían visto en el oriente. Con gran alegría la siguieron hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.

Mateo 2:8–9

23. Visitantes

Los pastores habían encontrado el establo con José y María, donde también vieron al pesebre con el niño tal como el ángel les había dicho.

Cuando los sabios llegaron a visitar al niño, se arrodillaron y presentaron sus regalos de oro, incienso y mirra al nuevo rey.

Lucas 2:16–19; Mateo 2:11

24. Jesús es el Rey

Su nombre es Jesús. Él es el Hijo de Dios Altísimo. El Señor Dios lo hizo rey, dándole el trono de Su antepasado David. Su reino no tendrá límites y no tendrá fin.

Lucas 1:31–33