Rincón de las maravillas
Los ciegos y el elefante
miércoles, julio 21, 2021

Narrador: Cuenta la leyenda que en las lejanas tierras de la India seis ciegos fueron llevados ante un elefante para intentar describir la apariencia del animal.

Hombre ciego 1: ¿Cómo saberlo? Nunca hemos visto un elefante. Somos ciegos.

Hombre ciego 2: Amigos míos, a lo mejor si palpamos al elefante podremos conocer su forma.

Hombre ciego 3: Pero qué buena idea. Me gusta.

Narrador: El primero de los ciegos se acercó al elefante y palpando su enorme panza, exclamó sorprendido:

Hombre ciego 1: ¡No me lo puedo creer! ¿Qué apariencia tiene el elefante? Por lo que siento es como un pared, ancha y fuerte. El elefante es igual a una pared.

Narrador: El segundo hombre ciego se acercó, y estirando las manos atrapó uno de los blancos y afilados colmillos del animal.

Hombre ciego 2: ¿Qué es esto tan redondo, liso y puntiagudo? No cabe duda: el elefante es similar a una lanza.

Narrador: El tercero anunció, agarrando la enorme y colgante trompa:

Hombre ciego 3: ¡Interesantísimo! Permítanme corregirlos. El elefante se asemeja a una serpiente. Es como una víbora larga y escurridiza. Vaya, vaya, vaya.

Narrador: El cuarto y más pequeño de los invidentes abrazó una de las patas del animal y exclamó:

Hombre ciego 4: Es muy firme, redondo y alto. No hay más vuelta que darle: el elefante es como un árbol.

Narrador: El quinto sintió la oreja del elefante. Se rió diciendo:

Hombre ciego 5: Hasta el más ciego debe admitir que el elefante tiene la forma de un abanico.

Hombre ciego 6: No, no y no. Estáis todos equivocados.

Narrador: Anunció el último de los interrogados, tirando de la cola del paquidermo.

Hombre ciego 6: Puedo asegurarles que el elefante se asemeja a una soga.

Hombre ciego 2: ¿Acaso una soga es similar a una lanza? ¡Os habéis equivocado! La herida en mi dedo es prueba de ello.

Hombre ciego 3: Por supuesto que no. Entiendo el malentendido al imaginar que se parece a una soga. Pero mi querido amigo, permíteme corregir el error: el animal se parece más a una serpiente que a una soga. No hay duda de ello.

Hombre ciego 1: ¿De qué es de lo que no hay duda?

Hombre ciego 3: De lo que te estoy diciendo.

Hombre ciego 1: ¿Que el elefante se parece más a una víbora que a una soga?

Hombre ciego 3: Así es, se asemeja más a una víbora que a una soga.

Hombre ciego 1: Puedo asegurarles que este animal es ancho, grande y fuerte. Es como una pared, os lo aseguro.

Hombre ciego 3: Insisto… la apariencia del elefante es similar a la de una serpiente.

Hombre ciego 1: No cabe duda que cometéis un error.

Hombre ciego 3: El que comete el error es usted.

Hombre ciego 1: Les aseguro que es una pared.

Hombre ciego 6: No y no y no.

Narrador: Así empezó un tremendo altercado. Cada uno de los hombres ciegos intentaba demostrar que tenía razón.

Hombre ciego 3: No, no, no, no, no. ¡No!

Narrador: Finalmente, el guía del elefante pidió la palabra.

Cornaca (guía del elefante): Amigos míos, silencio, por favor. Estáis todos equivocados y a la vez cada uno tiene razón. El elefante es similar al conjunto de todos los objetos que describen: una muralla, una lanza, un árbol, una serpiente, un abanico y una soga. Pero no es totalmente como ninguno de esos objetos por sí solos.

Hombres ciegos: ¡Madre mía!

Cornaca: La combinación de todo ello hace un elefante.

Hombres ciegos: Increíble.

Cornaca: Y ahora, mis queridos amigos, para finalizar la prueba los llevaré a todos de paseo sobre mi elefante.

Hombres ciegos: Qué buena idea. Es muy divertido pasear en elefante.

Narrador: La historia tiene moraleja: solo porque algo parezca de cierta forma no quiere decir que uno tenga razón y los otros no. A menudo se desconocen aspectos importantes de la situación. Todas las monedas tienen dos caras. Conviene siempre ser tolerante con las opiniones de los demás.

Anónimo, basado en una fábula de la India. Ilustración: Zeb. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © NMG Records, 2010. Utilizado con permiso.
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Etiquetas: relatos para niños, audio, comunicación, respeto y exceso de familiaridad