Jesús, mientras hablaba con Sus discípulos después de Su resurrección, les dijo: «Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda la gente»¹. Jesús les estaba pidiendo a Sus discípulos que sus vidas fueran un ejemplo del inmenso amor de Dios y que le contaran al mundo entero sobre Él.

Nosotros, como seguidores Suyos hoy en día, podemos contar a otras personas las buenas nuevas de que Dios las ama. Ya sea que vivas en tu país o en el extranjero, estés en el colegio o en el parque, donde sea que estés, Jesús quiere que seas un testimonio de Su amor.

No tienes que ser rico ni poseer habilidades especiales. No hace falta volar o tomar un barco para ir a otro país. Para hacer lo que Jesús te pide, solo necesitas vivir de manera que demuestres amor a los demás, tal como hizo Jesús. Que tus amigos y conocidos vean por medio de tus acciones, hechos y palabras cuánto los ama Dios.

Cómo dijo el apóstol Pablo: «No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes.»²

¡Cuando haces eso, cumples la petición de Jesús de «predicar el evangelio a todos»!

¹ Marcos 16:15, parafraseado

² Filipenses 2:3 (NTV)