Los descendientes de Adán y Eva se multiplicaron.
Mucha gente dejó de obedecer a Dios e hicieron cosas muy malas. Los actos de maldad que perpetraban unos contra otros entristecieron mucho a Dios porque hacía imposible que pudieran disfrutar de la felicidad y del amor como Dios quería. Dios decidió frenar a los malvados.
Había un hombre que hacía el bien y que amaba a Dios. Se llamaba Noé. Dios le pidió a Noé que construyera un gran barco, y que luego él y su esposa, sus tres hijos y las esposas de estos, y representantes de cada animal de la tierra y de las aves subieran a ese barco para vivir allí. Dios también le dijo a Noé que almacenara suficiente comida para que le durara muchos días, pues un fuerte diluvio cubriría la faz de la tierra.
A Noé le tomó muchos, muchos años de trabajo terminar ese gran barco llamado arca. Él y su familia tenían la gran tarea de dejar todo listo antes de que cayera el diluvio.
Puedes leer esta historia sobre lo que le pasó a Noé y a su familia en Génesis, capítulos 6 a 8.
Texto: Didier Martin. Ilustración: Didier Martin. Diseño: Stefan Merour.© Didier Martin, 2013. Utilizado con permiso.