—Pero, ¿por qué tiene que ser tan difícil para mí? —preguntó Tammy—. Tiffany y Terry atraparon peces pequeños después de unos pocos intentos.

—Hay ciertas cosas que son más fáciles para unos que para otros —le dijo su mamá—. Pero hay cosas que tú aprendiste más fácilmente que tus hermanos. Tú fuiste la primera que aprendió a nadar y te zambulles a las mil maravillas.

Tammy se empezó a animar.

—O sea que, ¿si me esfuerzo mucho, aprenderé a atrapar pececillos también?

—Con el tiempo, sí —le dijo su madre—. Inténtalo de nuevo.

Con un graznido Tammy se metió en el agua y recordando una vez más las instrucciones que le había dado su madre para atrapar pececillos, hizo todo lo posible. En varias ocasiones tuvo la tentación de rendirse, pero siguió adelante. Finalmente...

—Lo logré, mamá —exclamó Tammy—. Atrapé el primer pececillo.

Su madre sonrió.

—Estoy orgullosa de ti porque no te rendiste. Perseveraste y lo conseguiste.

Aprender es parte de la vida. De hecho, el aprendizaje es un proceso que continúa toda la vida. Aprender algo nuevo puede ser una linda experiencia.

Incluso cuando algo es un poco difícil al principio, cuando consigues hacerlo te sientes orgulloso de tu logro.

Puede que no siempre te des cuenta de que estás aprendiendo algo nuevo, pero cuando descubres soluciones a problemas, o logras dominar una habilidad, entonces sabes que estás aprendiendo.

Aprovecha al máximo la vida perseverando incluso cuando es difícil, siempre hay algo nuevo que aprender. Aprender algo nuevo es muy emocionante y divertido.