Cuando Elías se fue haciendo viejo, necesitó a alguien que tomara su lugar para llevar a la gente los mensajes de Dios. Un día vio a Eliseo arando en un campo. Dios dijo a Elías que echase su enorme manto de piel de oveja sobre los hombros de Eliseo, lo cual hizo. Eso significaba que Dios quería que Eliseo siguiera a Elías y se convirtiera también en mensajero.

Eliseo se puso muy contento y emocionado de haber sido elegido y quería aprender todo lo que pudiera del viejo profeta antes de que este se fuera al cielo. Un día, mientras iban caminando juntos, se aparecieron repentinamente en las nubes unos caballos celestiales de fuego que tiraban de un carro de fuego. Los caballos de fuego pasaron como un rayo entre los dos separando bruscamente a Elías y Eliseo. Eliseo observó que los caballos y el carro de fuego recogían a Elías y lo arrebataban hacia el cielo en un torbellino. Mientras Elías se elevaba su manto cayó delante de Eliseo y a partir de entonces, Eliseo fue el nuevo mensajero de Dios. Dios hizo muchísimas maravillas por medio de Eliseo. Esta canción relata algunas:

Verso 1:
Eliseo rezó y echo en el agua sal para purificar el manantial,
Eliseo rezó y echó en el agua sal para purificar el manantial.
Y luego el manantial brotó y todo floreció.
Eliseo rezó y echó en el agua sal para purificar el manantial.