Cuando nació Jesús, toda la gente, los animales y los árboles y plantas estaban muy contentos. Jesús nació para brindar paz y felicidad al mundo entero. A diario acudían muchas personas para ver al chiquitín, y con frecuencia le traían regalos.
Había tres árboles cerca del establo donde el bebé estaba acostado, y ellos también deseaban poder darle algún presente al niño Dios.
La palmera dijo:
—Yo escogeré mi hoja más hermosa, y la pondré sobre el niño como si fuera un abanico.
—Y yo —dijo el olivo— esparciré mi aceite con su dulce aroma sobre Su tierna cabecita.
—¿Qué puedo darle yo al niño? —se preguntó el abeto, que estaba cerca.
—¡Tú! —gritaron los otros—. No tienes nada que ofrecerle. Tus agujas le pincharían, y tus lágrimas son pegajosas.
El pobre abeto estaba muy triste, y dijo:
—Sí, tenéis razón. No tengo nada que ofrecerle al niño Jesús.
Pero cerca estaba el ángel de la Navidad que había escuchado lo que dijeron los árboles. El ángel se compadeció del humilde abeto que no tenía envidia de los otros árboles, por lo que cuando oscureció y salieron las estrellas le rogó a varias de ellas que bajaran y se posaran sobre las ramas del abeto.
Las estrellas lo hicieron tal como se lo pidió el ángel de la Navidad, y de repente el abeto resplandeció con una luz hermosísima.
Y en ese instante el niño Jesús, que estaba dormido, abrió los ojos y, a medida que la preciosa luz lo iluminaba, sonrió.
Cada año, las personas celebran el cumpleaños del niño Jesús dándose regalos unos a otros. Y cada año, en recuerdo de Su nacimiento, en todas las casas se coloca un árbol de hoja perenne como el abeto. Cubierto de luces estelares y centelleantes brilla para los niños como las estrellas brillaron para el niño Jesús. El abeto fue recompensado por su mansedumbre, pues no existe ningún otro árbol que brille ante tantos rostros felices.
Texto adaptado de How the Fir Tree Became the Christmas Tree (Cómo el abeto se convirtió en el árbol de Navidad), de Aunt Hede. Christmas Stories and Legends. © Megis Publishing Co., 1916.Ilustración: Nozomi Matsuoka. Diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2020