Con toda la emoción de la Navidad, es importante recordar el verdadero sentido de la Navidad y lo que celebramos. Significa mucho más que arbolitos, decoraciones, regalos, chucherías y las fiestas que disfrutamos en esta época del año. La Navidad es celebrar el día en que Dios nos mostró Su amor en forma de un pequeño bebé. La Navidad es una época en que nos alegramos de que «Dios amó tanto al mundo que dio a Su Hijo único para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna»1.
Aunque la noche que nació Jesús, pocas personas sabían lo de Su nacimiento, una brillante luz surgió en el cielo estrellado. Un ejército de ángeles llenó la noche con su canto celestial: «¡Alaben a Dios en los cielos! ¡Que haya paz en la tierra para la gente que agrada a Dios!»2
¡Las decoraciones, los árboles de Navidad, las reuniones y los regalos son maneras divertidas en que celebramos este maravilloso suceso! Recordemos siempre a quién y qué celebramos: el nacimiento de Jesús y que Dios nos ama.
Cuando reces antes de irte a dormir por la noche, no pidas únicamente que sea una Navidad divertida, sino alégrate también de conocer a Jesús y saber cuánto te ama Dios. Dale gracias a Dios por la oportunidad de celebrar esta época tan especial, y demuestra tu gratitud buscando maneras de mostrar un poquito del amor de Dios a los demás.
Los regalos que le damos a Jesús en Navidad son regalos del corazón: regalos de amabilidad, consideración, gratitud, esperanza y amor. Busca maneras de darle estos regalos a Jesús, y al hacerlo, ¡recordarás de qué se trata la Navidad!
¿Qué puedo darle si pequeño soy?
Quizás un cordero si fuera yo pastor,
si fuese un rey mago, oro daría yo.
Ya sé qué daré. Le doy mi corazón.
Christina Rossetti (1830-1894), tomado de «Canción de Navidad»
1 Juan 3:16 (PDT)
2 Lucas 2:14 (PDT)
Texto: Devon T. Sommers. Ilustración: Zeb. Color: Didier Martin. Diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2018