Soy el buen pastor. Yo conozco a Mis ovejas, y Mis ovejas me conocen. Eres uno de Mis corderos, y te cuido bien. Te vigilo para asegurarme de que estás a salvo y bien cuidado. Te hablo y conoces Mi voz1.
Me puedes llamar siempre y vendré a ti. Nunca estoy demasiado ocupado. Cuando te escucho llamar, te respondo porque eres importante para Mí.
Por pequeño que seas, puedes hacer cosas trascendentes para Mí y para los demás. Si observas Mi creación, puedes notar muchas pequeñeces que son útiles. La pequeña abeja no se preocupa de ser pequeña para recolectar polen para hacer la miel, lo hace y punto. Las hormiguitas están ocupadas todo el tiempo, construyendo su colonia y recolectando comida, y juntas pueden hacer cosas increíbles. Las gotitas de lluvia caen del cielo y llenan los ríos y dan agua fresca para la tierra.
Ser quien eres es importante. Tienes mucho que ofrecer con actos de bondad, con palabras amables y gestos amorosos, y transmitiendo Mi amor. Las palabras y los gestos amables te dan una estupenda oportunidad de alegrarle el día a alguien, y puedes ser tú el que le da dicha a alguien más.
«Dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial» (Mateo 5:16; NTV).
Nota a pie de página:
1 V. Juan 10:1–18.
Texto: Lyra Anouk. Ilustración: Agnes Lemaire. Color: Doug Calder. Diseño: Roy Evans.Derechos de la ilustración © Aurora Production AG, Suiza, 2004.Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.