Rincón de las maravillas
Juanita aprende una lección
lunes, julio 11, 2022

—¿A dónde se fue mi pollina? —cacareó Enriqueta—. Siempre está saliendo a explorar. Espero que no se haya metido de nuevo en problemas.

Enriqueta salió a buscar a Juanita. Dentro del gallinero, encontró descansando a las gallinas y a varios pollitos comiendo y explorando el terreno. Incluso el orgulloso Gallo estaba observando toda la actividad, pero ni rastro de Juanita.

—Enriqueta, ¿otra vez estás buscando a Juanita? —preguntó Matilde, una de las gallinas del gallinero—. Hace rato que no la veo por aquí.

—Me pregunto dónde andará —dijo Enriqueta.

En ese momento, Gallo salió del gallinero y comenzó su rutina matutina.

¡KI-KI-RI-KI! ¡KI-KI-RI-KI!

Desde una esquina de la granja, Juanita observaba a Gallo.

—¡Ya está ahí otra vez! Cada mañana cantando. Todos los días lo mismo. Aquí nunca sucede nada emocionante. Tendré que salir a buscar alguna aventura por mi cuenta.

Juanita se dirigió hacia la vieja valla de madera que circundaba la granja. Quería descubrir alguna aventura más allá de la valla.

¡GRRRRRRRRR!

Juanita dio un brinco. Alzó la mirada y descubrió a Cazador, el perro de la granja. Cazador ladraba y gruñía. Juanita nunca lo había visto enfadado y el miedo la dejó petrificada.

—¡Socorro! ¡Mamá, ayúdame! ¡Rescátame! —gritó Juanita cuando por fin recuperó la voz y pudo hablar.

En ese instante llegó mamá Enriqueta cacareando.

—¡Deja de gruñir, Cazador! —dijo regañando al perro—. Ya la has asustado bastante.

Cazador parecía un poco avergonzado.

—Solo quería asegurarme de que Juanita no se fuera de nuevo por ahí ella sola —respondió ladrando.

—Gracias Cazador —respondió Enriqueta—. Ya me ocupo yo de esto.

—Oh, mamá, era tan grande y terrorífico… —exclamó Juanita rompiendo a llorar mientras Enriqueta la consolaba cubriéndola bajo su ala.

—Bueno, no te preocupes por Cazador. Aunque se vea enorme y amenazador, no pretende hacer daño alguno. Su trabajo es protegernos y mantenernos a salvo.

—Fuera de la granja existen muchos peligros —explicó Enriqueta—. Podrías perderte muy fácilmente o hacerte daño si andas por ahí tú solita. Si algo te sucediera, yo me pondría muy, muy triste.

—Mamá, siento mucho haber tratado de salir de la granja —comentó Juanita—. A veces quiero descubrir cosas nuevas y diferentes para hacer.

—Lo comprendo. Pero te sorprenderá descubrir cuántas cosas nuevas y emocionantes puedes hacer en la granja. Solo hace falta un poco de imaginación. Si quieres, te puedo mostrar algunas de la cantidad de cosas que yo hacía cuando era una pollina también.

—Eso suena muy divertido —exclamó Juanita—. Seré mucho más cuidadosa con mis aventuras y me quedaré donde sea seguro. ¡Gracias por cuidarme con tanto cariño!

En ocasiones, quizás no entiendas por qué deberías hacer o no hacer ciertas cosas, pero si obedeces a tus papás y a tus profesores estarás a salvo.

Narración: Devon T. Sommers. Basado en un relato de «Héroes de la granja», de Jasmine G. Moulding.
Ilustración: Max Belmont. Color: Ana Fields. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2022.
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Etiquetas: relatos para niños, obediencia, seguridad y accidentes