¡Hola, soy el profesor Arturo! ¡Me encanta la naturaleza!
Hay muchísimas cosas que puedes aprender observando las criaturas, las plantas, las formaciones terrestres y los procesos naturales de la naturaleza. Dios hizo una maravillosa labor creando un mundo tan fascinante y bien organizado para que vivamos en él. ¿Estás de acuerdo?
Puedes ver la asombrosa creación de Dios a diario cuando observas la naturaleza. La naturaleza funciona en perfecta armonía. Pensemos en el ciclo del agua. Dios lo hizo de forma que el agua de los océanos, lagos y ríos se caliente con los rayos del sol. Entonces se convierte en un gas que asciende en el aire. A ese proceso se le llama evaporación.
Cuando ese gas está muy alto en el aire, comienza a enfriarse y se convierte de nuevo en líquido (condensación). Y de eso están hechas las nubes, de multitud de gotitas de agua. Cuando las nubes se vuelven demasiado pesadas, ese líquido se convierte en precipitación —lluvia, nieve o granizo— que cae desde el cielo. Al final, toda esa agua regresa a los océanos, ríos y lagos… ¡y el ciclo del agua comienza de nuevo!
Observa los numerosos tipos de animales y plantas que pueblan el océano. Todo está en equilibrio. Dios creó la tierra y los mares. De hecho: «Dios dijo: “Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca”; y eso fue lo que sucedió»1. ¿No es asombroso? Dios no sólo creó las aguas, sino que también creó todas las criaturas que viven en los mares y océanos, desde los diminutos krills (camarones antárticos) hasta la enorme ballena azul.
Dedica tiempo a apreciar el asombroso mundo que Dios ha creado para nosotros y dale gracias por Su obra. También es importante que hagamos nuestra parte aprendiendo todo lo que podamos sobre el mundo que nos rodea, para que podamos ser buenos administradores del precioso mundo que Él nos ha dado para que lo disfrutemos.
Nota a pie de página:
1 Génesis 1:9 (NTV)
Texto: Devon T. Sommers. Ilustración: Didier Martin. Diseño: Roy Evans.
Publicado por Rincón de las maravillas. © La Familia Internacional, 2019