Cuaderno de colorear
Instrucciones para crear tu propio librito de relatos de la Biblia:
1. Colorea los dibujos.
2. Recorta cada página por la línea negra del medio.
3. Coloca las páginas en orden y grápalas por el margen izquierdo.
Franelógrafo
Colorea las figuras del franelógrafo y luego pégales papel adhesivo vinílico transparente. Recorta las figuras. Pega al dorso de cada una un trozo de papel de lija de modo que se peguen al tablero de franela. Puedes usar estas figuras para narrar la historia de la muerte y resurrección de Jesús que se encuentra en Mateo 28, Marcos 16, Lucas 24 y Juan 20, o bien leer la historia que viene incluida en esta actividad.
También puedes fotocopiar las páginas y usar estas figuras para otras actividades como páginas para colorear, o crear tu propio librito de historias, láminas para la pared, móviles, etc.
¡Él vive!
Basado en Mateo 28, Marcos 16, Lucas 24 y Juan 20
Una tarde, Jesús salió con Sus discípulos a orar en un claro fuera de la ciudad de Jerusalén.
De pronto, se acercó un grupo de soldados. Arrestaron a Jesús y se lo llevaron.
Jesús fue condenado a muerte, aunque no había hecho nada malo. La muerte de Jesús fue un regalo de amor que Él nos dio a cada uno de nosotros.
Después de Su muerte, Su cuerpo fue sepultado en una tumba.
Se colocó una gran piedra en la entrada de la tumba.
Dos soldados se pararon allí para proteger la tumba.
Mas la historia no termina ahí: Tres días después ocurrió un increíble milagro. ¡Aparecieron unos ángeles e hicieron rodar la piedra!
Los soldados temieron y salieron corriendo.
Unas mujeres amigas de Jesús se acercaron para visitar la tumba de Jesús.
Pero cuando miraron dentro de la tumba, ¡notaron que el cuerpo de Jesús no estaba!
—No teman —les dijeron los ángeles—. Jesús no está ahí. ¡Él resucitó de entre los muertos!
¡Las amigas de Jesús estaban contentísimas! Corrieron a decírselo a los discípulos.
Cuando Pedro y Juan se enteraron de la noticia, no sabían qué pensar, por lo que fueron corriendo a la tumba.
¡Se asombraron al ver que la tumba estaba vacía!
—¿Dónde está Jesús? —se preguntaban.
Pedro y Juan regresaron a su casa, pero María Magdalena permaneció ante la tumba llorando. Extrañaba a Jesús.
—¿Por qué lloras? —le preguntó un hombre.
María Magdalena pensó que era el jardinero. Le preguntó:
—¿A dónde te llevaste a Jesús? Dímelo, por favor.
—María —dijo Jesús—. Soy Yo. ¡Ve y diles a los otros que estoy vivo!
¡María Magdalena se puso muy feliz de ver a Jesús!
Salió corriendo tan rápido como pudo para contarles a los otros las buenas nuevas de que Jesús había vuelto a la vida.
Más tarde aquella noche los discípulos se reunieron...
...¡cuando de pronto Jesús se les apareció!
Jesús permaneció con los discípulos durante un rato y les enseñó muchas cosas. Estaban muy contentos de tener a Jesús otra vez.
Pronto Jesús tendría que regresar junto a Su Padre en el cielo. Les dijo a Sus discípulos:
—Vayan y denle las buenas nuevas sobre Mí a todo el mundo.
—Y no se preocupen —añadió Jesús—. ¡Siempre estaré con ustedes en espíritu!
Luego, ante sus propios ojos, Jesús regresó al cielo para estar con Su Padre: ¡Dios!
Cada Pascua celebramos la resurrección de Jesús y el maravilloso don de la salvación que Jesús nos dio a través de Su muerte. ¡Jesús vive!
Texto e ilustraciones: Didier Martin. Diseño: Christia Copeland.Publicado por Rincón de la maravillas. © La Familia Internacional, 2011