Da un paseo con gratitud cada día.
Agradece a Dios con sincera alegría.
Si te enfrentas con funestos contratiempos,
no te enojes, deja que se los lleve el viento.
Sé optimista; nunca pierdas la esperanza,
agradece y sentirás aún más confianza.
Colmará tu interior un gozo pleno
y querrás decirle a alguien: Dios es bueno.
A alguien a quien le hace falta aliento
para desechar tristeza y descontento.
«¡Alabado sea al Señor! Den gracias al Señor, porque Él es bueno; Su gran amor perdura para siempre. (Salmo 106:1; NVI).
Texto: Lyra Anouk. Ilustración: Didier Martín. Color y diseño: Roy Evans.Publicado por Rincón de las maravillas. © Familia International, 2021.